CAPITULO 31

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Vegas podía decir que finalmente la paz reinaba en su hogar. Sus días habían sido en extremo rutinarios el último mes. Macau siendo buen estudiante, buen chico y excelente niñero de Venice cada que ellos querían escaparse por ahí. Pete, ¿que podía decir de él? Era perfecto, lo que sea que estuviera haciendo Pete siempre seria celebrado por Vegas, era el amor de su vida, el único con el poder suficiente de manejarlo. Venice, él solo era un bebé de 7 meses que había subido muy bien de peso y crecido rápidamente, seguía sin tener la mejor relación con Vegas pero parecían tener una tregua la mayoría del tiempo.

-¿Por que no puedo?- escucho Vegas llegando a la cocina para desayunar.

-Porque ya dije que no, es peligroso. Además solo lo quieres para lucirte, él no se fijo en tu dinero- Pete le reprochaba sirviendo los platos.

-No es para presumir. Quiero poder ser yo quien lo lleve a todos lados, sin tener que soportar al guardaespaldas vigilando por el espejo retrovisor- la voz del menor sonaba más fuerte de lo habitual, contradiciendo el pensamiento de paz en Vegas.

-¿Ahora que?- pregunto tomando asiento también.

-Tu hermano quiere un auto, que lo dejemos así como si nada con un auto para él solo- le informo Pete.

-Yo ya había hablado contigo- miró a su hermano un momento- Te dije que todavía no, pero no significa que no lo tenga en mente-

-¿Cuando?- pregunto expectante.

-Un auto no lo tendrás- recibió una mirada molesta de parte del menor- Pero creo que puede servir esto- saco una llave de su bolsillo.

-Vegas no, es aun más peligroso. ¿Y si se accidenta? ¿Si no puede manejarla? ¿Si no sabe controlar el peso al viajar acompañado?- Pete estaba alterado al reconocer esa llave.

-He manejado esto antes, claro que se hacerlo, soy muy responsable- respondió Macau mirando emocionado el trozo de metal-Pero hermano... es tuya-

-Lo sé. Pero ahora que soy un hombre de negocios y tenemos un bebé, creo que el tiempo con mi motocicleta debe suspenderse- golpeo su hombro suavemente- Seguramente te verás igual de bien en yo conduciendola, ve a encantar a ese chico mas si es posible, tambien aumente un poco el credito de tu tarjeta, no revisare en que la gastas, asi que ve a llevar a ese chico al mismo cielo si eso quiere- le dio un guiño complice a su hermano.

-¡Vegas! No insinúes cosas así, es como si lo incitaras a presionarlo- reprochó Pete.

-No lo hago, lo dices porque no los has visto juntos. Cuando se encuentran en la mañana casi se comen vivos enfrente de todos los demás- soltó una risa divertida- Creo que mi hermanito se queda con ganas de mas-

-Callate. Te dije que nunca lo obligaría, él aun se pone algo tímido con esas cosas- el menor terminó su desayuno con la mirada emocionada en las llaves- Hermano...-

-¿Si?- contesto el mayor bebiendo su cafe.

-¿Puedo tener un departamento para mi? No esperas que para pasar tiempo a solas lo traiga aqui ¿o si?- pregunto sin nada que perder.

-No. Todavía no, esperaremos, lo hablaré con Pete. Por ahora todo lo que hagas debe pasar por nuestro conocimiento. Ya te estoy dando bastante libertad con la motocicleta y andar sin guardaespaldas. Recuerda a que familia perteneces, no somos una convencional, ya no estamos involucrados pero aun hay gente ahí afuera esperando el momento. El lugar más seguro para ti es esta casa- le respondió con total seriedad, inquietado un poco al menor.

-Esta bien, lo entiendo. Lo hiciste sonar muy mal- terminó su plato y se puso de pie.

-Es porque lo es cariño, fue la única razón por la qué accedí a que practicaras tiro. Nunca sabemos cuando puede ocurrir algo- el que le hablo fue Pete esta vez, con la misma seriedad.

WHAT COMES NEXT...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora