empleo serio o casarte, una de dos. Te lo digo en serio. O hacer ambas cosas.Si sigues viviendo de forma tan irresponsable, un día de estos morirás dehambre.
—Ya veo...
—No sé qué le verás a este hombre, pero si te gusta, ponte de nuevo abuscar trabajo. Dos personas socialmente inadaptadas no pueden vivir solodel dinero de un trabajo por horas, te lo digo en serio.
—Vale.
—¿No te lo ha dicho nadie de tu familia? ¿Tienes un buen seguro, por lomenos? ¡Te lo digo por tu bien, de verdad! Ya sé que es la primera vez quenos vemos, pero deberías poner un poco de orden en tu vida.
Aquella cuñada que se preocupaba por mis asuntos con tanta amabilidadparecía mejor persona de lo que había dicho Shiraha.
—Ya lo hemos hablado —intervino él—. Mientras no tengamos hijos, yola ayudaré en casa y me dedicaré exclusivamente a crear mi empresa decomunicación. Cuando tengamos hijos, yo también buscaré trabajo para podermantener a mi familia.
—Déjate de fantasías y ponte a trabajar de una vez. Ya sé que esto es cosade dos y no debería meterme, pero...
—Ella pronto dejará la tienda y buscará empleo. Ya está decidido.
—Ya... —dijo la cuñada en tono receloso—. Bueno, ahora que tienespareja supongo que estás mejor que antes —añadió—. No quiero molestarosmás, será mejor que me vaya. —Dicho esto, se levantó. Todavía lanzó unaúltima advertencia antes de irse—: Le contaré a tu madre todo lo que haocurrido hoy, incluido el importe total del dinero que te he prestado. No creasque te vas a ir de rositas.
Cuando la puerta se cerró, Shiraha esperó prudentemente hasta que elruido de pasos se hubo alejado y entonces exclamó contento:
—¡Bien! ¡Prueba superada! Ahora me dejarán en paz durante unatemporada. Y tú no vas a quedarte embarazada, porque no pienso hacer nadacontigo. —Shiraha me agarró por los hombros, eufórico—. ¡Qué suertetienes, Furukura! A pesar de tu triple hándicap (eres virgen, soltera y trabajaspor horas), te has convertido gracias a mí en una mujer casada integrada en lasociedad, y ahora todo el mundo cree que eres sexualmente activa. Desdefuera pareces una mujer normal. Es así como más les gusta verte. ¡Quéafortunada eres!
Me había visto involucrada en los asuntos familiares de Shiraha nada másllegar a casa y estaba agotada. No me apetecía escuchar sus historias, así que
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La Dependienta
Novela JuvenilAUTORA: Sayaka Murata el orden de las paginas no son como en el libro original.