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—Entonces, ¿tu marido trabajaba en la tienda?

Se le estaba pegando la costumbre de Izumi de alargar las palabras.

—No es mi marido —le respondí rápidamente, y cambié de tema—: Hoyhace calor, así que se venderán bebidas frías. Si salen muchas botellas de aguay ves que se están acabando, tienes que reponerlas enseguida. En la neverahay una caja de cartón llena de botellas frías. El té frío también saldrá más delo habitual. Ve controlando la nevera, ¿entendido?

—¿Tú no tienes hijos, Furukura? Mi hermana mayor está casada y tienetres hijos pequeños. Son muy monos.

Tuan se distanciaba cada vez más del modelo de dependiente. Aunquetodos lleváramos el uniforme e hiciéramos el mismo trabajo, tenía lasensación de que ya no éramos unos dependientes como antes.

 Los únicos que no cambiaban eran los clientes, y cuando venían a latienda me necesitaban como dependienta. Los demás, a los que hasta entonceshabía considerado células del mismo sistema al que pertenecía yo, se estabantransformando rápidamente en «machos y hembras de la comunidad».Aquella situación me producía un profundo malestar, y los clientes eran losúnicos que me permitían seguir siendo una dependienta.

Mi hermana vino a sermonear a Shiraha un domingo, un mes después demi llamada.

—Tengo que decirle algo, quiero hacerlo por ti.

Mi hermana es una mujer dulce y afable, pero estaba firmementedeterminada a hacerlo y no hubo forma de disuadirla.

Avisé a Shiraha para que no estuviera en casa, pero él respondió que ledaba igual y se quedó. Me sorprendió, pues sabía lo poco que le gustaba quelo sermonearan.

 —He dejado a Yutaro con su padre. Lo hago de vez en cuando. 

—Claro. El piso es pequeño, pero ponte cómoda.

Hacía mucho tiempo que no veía a mi hermana sin el bebé en brazos, yparecía que hubiera perdido algo.

—No tenías por qué molestarte en venir, podrías haberme llamado yhabría ido yo a tu casa, como siempre. 

—No es ninguna molestia. Hoy quería hablar contigo tranquilamente. Note importa, ¿verdad?

Mi hermana recorrió el piso con la mirada.

—Y el hombre que está viviendo contigo... ¿ha salido? Qué considerado,¿verdad? 

—¿Qué? No, está aquí.

La DependientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora