LIATOTZA ~◇Traducción◇~

Capítulo 26: Invasiones.

Richards tiene unas palabras con Scrimgeour. Hermione usa un vestido de noche. Amarov usa colonia, y claramente apesto para hacer  resúmenes de capítulos.

Barnaby Richards estaba despierto cuando Scrimgeour entró en la habitación.

El agente del Senado Mágico estaba apoyado contra una alta pila de almohadas. Tenía un fresco vendaje blanco en el pecho y el hombro derecho. Ya estaba de mal humor, ya que Aisha Malik le había dicho que no había una "tiempo mínimo" de reposo en cama que pudiera calificar como reposo en cama. Para colmo de males (un pulmón perforado, esternón fracturado e hipotermia, si quería ser técnico), le habían entregado un crucigrama para completar.

Un Crucigrama. De un periódico. Como una especie de maldito viejo enfermo.

El próximo Armagedón nuclear estaba cerca. Los muertos vivientes muggles y mágicos habían enviado a la mayor parte del mundo civilizado de vuelta a la Edad de Piedra. Un asesino playboy multimillonario había matado a uno de los suyos y secuestrado a la mitad de su equipo.

Y, sin embargo, aquí estaba tratando de adivinar a través de cinco letras: referidas a 'muebles de santuarios'.

Richards se tomó su dulce espera para reconocer la presencia de Scrimgeour. Escribió B-A-N-C-O, tapó la pluma y luego miró al Ministro con toda la calidez y el cariño de un auditor fiscal. Decir que Richards estaba enojado era incorrecto. Había estado enojado hace tres días cuando recuperó la conciencia por primera vez. Había pasado a través de esa ira.

Ahora, solo era estratégico. Después de todo, era su trabajo.

"Me preguntaba cuándo vendrías aquí para hacerme una visita."

"Para ser justos, he venido aquí un par de veces", dijo el Ministro. Acercó una silla y se sentó. "Simplemente no has estado lúcido hasta ahora".

Scrimgeour parecía estar esperando su respuesta. Por supuesto, Richards todavía estaba débil por la pérdida de sangre y los efectos secundarios de la hipotermia, pero ni siquiera estar a unos minutos de su muerte fue suficiente para entorpecer su naturaleza acervada.

"¿Así que vas a confesarte ahora? ¿O seguimos  bailando sobre al asunto?" Richards sonrió sin humor. "Es como un familiar paso doble. Sé por qué es necesario guardar algunos secretos, pero dado que estamos destinados a liderar este grupo, puedes imaginar lo enojado que estoy al sospechar que has estado jodidamente bailando solo en esto. "

El Ministro parpadeó, tomándose un momento para digerir el uso desenfrenado de la metáfora. Inhaló profundamente a través de su nariz larga y delgada. "¿Qué necesita saber, agente Richards?"

Richards intentó sentarse contra las almohadas que Aisha le ahuecaba diligentemente dos veces al día. Su tez normalmente bronceada y curtida tenía un tono gris distintivo, pero Scrimgeour parecía saber que no debía ofrecerle consuelo.

"Ustedes, los magos británicos, no saben lo que significa la necesidad del saber. Supongo que el Senado necesitaba saber algunas cosas antes de la colaboración del Proyecto Navidad. ¿Cuál es el jodido interés de Alexander Amarov en el Proyecto y los miembros de su equipo? ¿Honoria Cloot trabajaba con él?

"Es muy posible que lo haya sido", dijo Scrimgeour. "Lo que sí sabemos es que Amarov ha sido una espina en el costado de la comunidad mágica británica durante los últimos quince años".

"Pfft", dijo Richards. "Ustedes no tienen la patente original de muggles entrometidos. Tenemos de esos tipos en los Estados Unidos. Realmente persistentes. La mayoría son chiflados, teóricos de la conspiración—"