Capitulo 16: La Armada

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Honoria hizo su movimiento. Draco llega a la flota de Amarov para enterarse de que el mismo hombre no está.




Draco estaba de pie en el muelle observando la tormenta que se acercaba. El aire estaba húmedo y pesado con el olor de la lluvia. Extendido ante él estaba el Mar del Norte; actualmente su color era del hierro carbonizado.

Contempló a sus nuevos compañeros.

A su derecha estaba Iván, que parecía llevar ropa de probador del tipo  que encontrarías en un burdel, y que es fácil de limpiar. A la izquierda estaba Anatoli, que era enorme, callado y nervioso. Había un tercero, un tipo enojado y agitado que aún no había dicho su nombre. Los detalles eran importantes en situaciones como estas, por lo que:

"¿Cuál es tu nombre, amigo?" Draco le preguntó al hombre, en ruso.

El hombre abrió la boca para responder, pero fue interrumpido por Iván. "No le hables ni lo mires", advirtió Iván.

Draco respondió con diversión. "Soy un mago, no Medusa".

"Oh, sabemos de hechiceros", respondió Iván. Escupió en el suelo frente a los pies de Draco, una declaración universal de 'vete a la mierda'. Su cara regordeta se torció en una mueca. "¡Eres un crimen contra la naturaleza!"

"Ese traje es un crimen contra la naturaleza," murmuró Draco, ahora en español*. Le gustaría mucho matar a alguien esa noche. Bueno, alguien que no era ya un muerto viviente.

Iván dio un paso pavoneándose hacia Draco. Imposiblemente, su traje logró hacer más ruido que el viento. "¿Que dices?"

De cerca, Draco podía ver las cicatrices delatoras en el rostro de Ivan; los viejos cortes sobre las cejas y la nariz deforme y las orejas de coliflor. Ivan no era ajeno al pugilismo. Todo lo que necesitaba era una excusa.

"Dije que me gusta mucho tu cadena de oro. Es muy usual en la mafia de la Europa Soviética".

La mano de Ivan subió a su pecho, a la cadena antes mencionada, pero luego captó la mirada en el rostro de Draco, estaba confundido debido a la connotacion de sus palabras en otro idioma hasta que su cara se contorsiono en una mueca. "¡Cállate, hechicerro! Crreo que no erres tan valiente sin varrita, ¿no? ¡Esperra hasta que estemos en la flota!"

Draco decidió dejar pasar eso. Luego volveria por esa ofensa, lo que sea.

"¿No hay varitas en tu nave?" inquirió Draco, sabiamente volviendo al ruso.

Fue el desconocido hombre  quien respondió esta vez. "Sí. Reglas del Sr. Amarov. Tenemos muchos magos... y algunas brujas", agregó, con un nivel de zalamería que hizo que Draco quisiera empujarlo del banquillo. "Pero nada de varitas. La magia no gobierna nuestra flota, lo hace Alexander Amarov", terminó, con el pecho hinchado de orgullo.

"La magia siempre gobierna, mi tonto amigo muggle", dijo Draco. "Nos hemos contentado con dejarles pensar que han estado dirigiendo el programa todo este tiempo".

Como era de esperar, el hombre levantó una mano y Draco sintió el familiar y bienvenido aleteo de adrenalina, junto con una agudeza y concentración que solo se producían cuando ejercía violencia o jugaba Quidditch. O cuando estaba en la cúspide de un gran avance en su investigación. Era una extraña manía que había visto perfectamente reflejada en los ojos de Hermione Granger.

Tu magia no puede ayudarte ahora, fenómeno!" El matón sin nombre no era un hombre demasiado grande ni tenía enormes manos, pero el pesado reloj de oro que lucía probablemente podría causar una conmoción cerebral.

LIATOTZA ~◇Traducción◇~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora