Capítulo 69: La Ley de Recuperación.

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Fue la primera Navidad posterior a la peste que se sintió como una celebración genuina. O al menos, así lo veía Harry.

Cinco días para Yule y las decoraciones se encontraban en todas partes donde había gente. Se estaba haciendo un esfuerzo colectivo para anunciar, en términos inequívocos, que el mundo se estaba recuperando desde el advenimiento de lo que se conocía como el Suero de Orion.

Sin embargo, la recuperación no era la normalidad. Todavía había peligros. Los zombis restantes constituían un riesgo mayormente predecible. Los humanos, por otro lado, eran capaces de  lidiar con una cornucopia de horrores. Se había asignado un equipo británico especial que operaba bajo los auspicios de la Ley de Recuperación para mantener la ley y el orden.

A la gente mágica le fue mucho mejor que a sus contrapartes muggles, y esto continuó siendo una fuente de fricción entre las poblaciones mezcladas. El hecho de que la Infección tuviera orígenes mágicos no ayudaba a la situación. Las leyes de emergencia se convirtieron en leyes permanentes, y las concesiones del lado Mágico habían sido realmente fuertes en un esfuerzo por disipar las preocupaciones de los muggles.

Estaba turbulento y nublado cuando Harry llegó a Netherton Village, West Yorkshire. Las multitudes eran cosa del pasado en el Reino Unido. Simplemente no se creaban por que la cantidad de personas eran escasa. Sin embargo, esto no significaba que las empresas no pudieran prosperar. Se abrieron pequeños restaurantes, lenta pero constantemente. Los salones de belleza hicieron un gran negocio. El servicio postal estaba en funcionamiento, pero estaba confinado a los distritos comerciales centrales, las calles principales y locales, solo las usaban los muggles. El correo de lechuza estaba de vuelta. El Servicio Nacional de Salud se fusionó con el Cuerpo Médico Mágico recién formado. Las operaciones actuales volvieron a los niveles de eficiencia posteriores a la Segunda Guerra Mundial, lo que significaba visitas puerta a puerta para administrar medicamentos, servicios de salud, incluidas vacunas y atención prenatal y posnatal. Las leyes que estipulaban el uso aceptable de la magia todavía se estaban redactando y debatiendo, pero la posesión de varitas ya estaba estrictamente regulada. La Red Flu estaba operando, aunque de manera irregular. Si las multitudes eran raras, los niños parecían casi inexistentes. Estaban allí, sin embargo, visibles si uno se preocupaba por mirar una ventana el tiempo suficiente para ver a la pequeña persona asomándose detrás de las cortinas, que pronto sería apartada por un adulto.

Una parada rápida en la estación de mágica de registro en Netherton era obligatoria para que Harry registrara su vuelo al distrito. El soldado muggle que cuidaba la caseta le indicó a Harry cómo llegar a la mina de carbón de Bullcliffe Wood, lanzando miradas desorbitadas al impasible Cometa 320 de Harry. Construida como una pala, la escoba no era el espécimen más ágil, pero era confiable para el mal tiempo.

"¿Nombre?"

"Neville Longbottom", dijo Harry, mostrando la tarjeta de identificación de Ciudadano Mágico de Neville con la foto de Harry en su lugar. El soldado ingresó estos detalles en un libro de registro.

"¿Razón de su visita hoy, señor?"

"Soy un magibotánico. Estoy recolectando hierbas en el área".

Se oyó un trueno lejano y había empezado a lloviznar. El soldado arrugó la nariz hacia Harry. "Es un tipo de divertido día para buscar provisiones".

"No es la mejor idea que he tenido", admitió Harry.

El soldado devolvió la tarjeta de identificación de Neville. "Gracias, señor Longbottom. Que tenga un buen vuelo".

LIATOTZA ~◇Traducción◇~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora