LIATOTZA ~◇Traducción◇~

Capítulo 25: Exposición

Hermione descubre la impactante verdad sobre los orígenes del virus zombi.

"¿Alguna vez has tenido sueños recurrentes?" pregunta Lavender Brown.

Hermione no puede recordar el año en que se lleva a cabo la conversación. ¿Quinto, tal vez? 'Lo normal' era difícil de ubicar cuando asistías a Hogwarts. Era como si el recuerdo de Hermione de su tiempo en la escuela fuera un recurso finito y su memoria solo se hubiera molestado en dejar espacio para el aprendizaje, el peligro, los altibajos, no los rangos medios.

Sin embargo, la conversación probablemente había ocurrido durante el desayuno. Lo que sí recuerda es a Ron masticando una tostada con la boca abierta.

"Sueño que he olvidado algo importante y no puedo recordar qué", les dice Neville.

Nadie está sorprendido.

"Siempre me persiguen, ¿verdad?" Ron dijo. "¡Y es una maldita araña lo suficientemente grande como para montarla! Solo que mis piernas no funcionan. Es como si me hubieran golpeado con un hechizo de bloqueo de piernas o algo así. Me caigo y la araña se me sube encima..."

A Seamus le gustaba arrancar frutas maduras. "¿Estás seguro de que esto no es la pesadilla de la araña?"

Todos ríen. Bueno, casi todos. Hermione ve que Harry está sonriendo, pero también está distraído porque estar distraído es lo que sucede cuando Voldemort está tratando de matarte y también tienes problemas con las chicas.

"Creo que esos sueños de monstruos son comunes", dijo Lavender. "Tengo los mismos. No puedo ver lo que es, pero siempre hay algo desagradable viniendo detrás de mí..."

Parvati se inclina con complicidad, la corbata de la escuela corre el riesgo de caer en un gran tazón de avena coagulada. Ella les susurra: "Padma sueña que no ha estudiado para sus exámenes".

"¿Cómo sabes lo que sueña? ¿Te lo dijo?" pregunta Hermione.

La mirada de Parvati es un poco mas frivola cuando mira a Hermione. Son lo suficientemente amigables, pero al igual que Lavender, Parvati es tan superficial como  puede ser y Hermione encuentra una culpabilidad gratificante al hacerle pasar un mal rato de vez en cuando.

"Ella no necesita decírmelo", es la respuesta sorprendentemente seria de Parvati. "A veces, sufrimos los sueños del otro".

"Magia de gemelas", dice Neville, asintiendo.

Ron resopla. "¡Entonces Hermione debe ser la trilliza Patil desaparecida porque creo que tiene exactamente la misma pesadilla recurrente! ¿Verdad, Hermione?" Él mueve las cejas hacia ella. "¿Y bien?"

Hermione jugó con su tenedor de ensalada, empujando los dientes en la yema de su pulgar y observó las marcas dejadas: cuatro pequeños puntos de presión. Ella ha tenido ese sueño, por supuesto. Pero por lo general hay otro tema que toma el centro del escenario.

Está sola y hay que tomar una decisión: la elección de un hechizo, una puerta que abrir, una pieza de ajedrez que mover. Un montón de decisiones que dependen del tiempo porque detrás de ella, en la oscuridad, no está el hombre del saco, sino Ron, Harry, mamá y papá, los Weasley y Ginny. Esperan su destino, pasivos y totalmente dependientes de las elecciones de Hermione.

En su sueño, Hermione nunca toma la decisión correcta. Elige la puerta equivocada o abre el libro equivocado. Se mira las manos y se horroriza al ver emerger  zarcillos negros y reptantes, una red de veneno que se extiende hacia afuera. Ella es la raíz de la desgracia y sus amigos y seres queridos caen, muertos, los vasos sanguíneos de sus rostros trazados en negro. Los monstruos de Hermione nunca son descomunales, grandes bestias que te cazarían. Sus monstruos fueron sus malas decisiones.