Capítulo 36: Alexander Amarov.

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Advertencia: coerción sexual, violencia e intento de agresión sexual.







El agotamiento de Hermione había pasado hacía mucho tiempo desde una espesa fatiga hasta llegar a un estado de delirio realista. Cada parpadeo se sentía como si estuviera sucediendo a mitad de velocidad. Lamentó no haber aceptado comida de Prestin. Un poco de azúcar en su sangre podría marcar una diferencia crucial. No había importado antes, cuando todo lo que tenía que preocuparse era su propia resolución, pero ahora ciertamente importaba. Tenía que pensar rápido y ser rápida.

"¿Qué tienes en mente?" Amarov le preguntó, su voz soñolienta. "Pareces preocupada".

"¿Piensas en ella?"

Sabía a quién se refería. "Cada día."

"¿Cómo era ella, tu prometida?"

Amarov consideró la pregunta. "Lo opuesto a ti, en realidad".

"¿Alta, rubia, guapa?"

Él sonrió, tomó su mano y besó su muñeca. "Dependiente, rencorosa, mimada. Pero nos llevabamos muy bien. Ella me entendía". Empezó a pasar un dedo por su clavícula, y luego más abajo, trazando la raya en la bata.

"¿Honoria te entendió?" preguntó Hermione, obligándose a no retroceder.

"Sí, creo que sí, por eso sintió algo turbio en el agua tan pronto como subiste a bordo".

"¿Qué quieres decir?"

Amarov comenzó a deshacer el nudo en el cinturón de su bata. "Me gustan... las cosas inusuales. Disfruto que me desafíen, pero solo si termina con mi propia ventaja o con una adquisición". Se sentó, separando los bordes de la bata hasta que el cuerpo de Hermione estuvo completamente expuesto a él. Su respiración comenzó a acelerarse. "No me gusta perder".

Pasó la palma de su mano sobre la piel de su vientre, deteniéndose justo encima del tejido cicatricial oscuramente rosáceo de su herida de bala; la misma herida que Amarov había causado y que Draco había cosido. Lástima que fuera una fea cicatriz.

Su mano derecha se deslizó bajo su cabello mientras presionaba su rostro contra el suyo, besándola. Esto fue muy diferente a su último beso. Este beso fue el preludio de algo serio. Qué extraño que después de tres años sin besar a nadie, después de su única relación cambiante, intermitente e inviable con Ron, la habían besado tres veces en los últimos tres meses y las tres ocasiones habían sido con 'el enemigo'.

El beso de Amarov no fue agresivo o enojado como lo había sido Draco en la biblioteca de Hogwarts. Esto fue diseñado para calmarla y convencerla. Era un negociante, después de todo. Sintió su mano en un pecho, y luego en el otro, antes de que se deslizara más abajo por su cuerpo.

Se volvió difícil en este punto: quedarse quieta, actuar receptivamente y resistir la tentación de envolverse en todas las sábanas de la cama. Su boca dejó la de ella, recorriendo su cuello hasta donde sus manos acababan de estar.

"Estás pitando", ella señaló.

"Creo que podemos acabar con esto ahora. Ha sido una gran prueba". Levantó una mano para marcar un código en el teclado numérico invertido de su dispositivo de biorretroalimentación.

LIATOTZA ~◇Traducción◇~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora