LIATOTZA ~◇Traducción◇~

Capítulo 77: Equilibrio.

Hermione fue afortunada del poco sueño que logró durante los siguientes tres días, porque cada vez que lo hacía, eran pesadillas. Esto fue lo que surgió al discutir con Roth los detalles más horribles de la flota de Amarov.

La silenciosa alarma de Hermione sonó a las cuatro y media de la víspera de año nuevo. Era el último día de Roth en la Mansión y, aunque habían terminado de enviar todas las cartas a sus potenciales aliados, todavía quedaban algunas cosas por terminar. Su salida programada por la Red Flu era justo antes del almuerzo, por lo que era prudente comenzar temprano.

Dio la casualidad de que Hermione no fue la primera en levantarse esa mañana. Cuando abrió los ojos y tomó su varita para apagar la alarma, se sorprendió y encantó al encontrar a su hijo menor observándola.

Que Draco llevara al bebé a su cama indicaba que Orion debió pasar una noche difícil. La evidencia adicional fue el chupete de Orion, que actualmente estaba en su boca. El bebé no lo había usado desde hacía algún tiempo. Orion llevaba un mono de manga larga con botines adjuntos. Yacía boca abajo, sobre el pecho desnudo de su padre, frente a Hermione. Hacía mucho frío, pero Hermione supuso que Draco estaba lo suficientemente cálido gracias al pequeño horno que dormía sobre él.

"Buenos días, cariño", susurró, sonriendo a su hijo.

Orión sacó el chupete de su boca y se lo tendió. "Den"

"Oh, gracias, cariño". Hermione tomó el chupete y fingió masticarlo. "Ñum, ñum, ñum." Fue recompensada con las suaves risitas de Orion. Sus mejillas eran tan enormes que sus ojos desaparecían cuando reía.

Draco se movió y giró la cabeza hacia el lado de Hermione, pero no despertó.

"Shh", dijo Hermione, llevándose un dedo a los labios.

"Pssshshstsst", estuvo de acuerdo Orion, soltando saliva a bastante distancia.

Realmente, debería alentar a Orion a volver a dormir y ahorrarle a Draco un posible dolor de cabeza si el bebé decidía permanecer despierto. Pero ella apenas había pasado tiempo con él la semana pasada y ahora era imposible resistirse.

Ella extendió la mano para pellizcarle la pequeña nariz. "¿Qué es esto?"

"Nadis", dijo Orion. Draco le había estado enseñando a nombrar las partes del cuerpo.

"¿Y esto?"

"Babilla."

"¿Este?"

"Boca".

Ella tiró del lóbulo de su oreja y Orion arrugó su cuello. Allí tenía muchas cosquillas.

"¿Qué pasa con esto?"

Es curioso cómo nunca se dio cuenta de que él tenía los lóbulos de las orejas sueltos. Los de Hermione estaban unidos y los de Draco no. Distraídamente, se preguntó qué rasgo dominaba y luego se maravilló porque podía preguntarle a su mágico marido y él podría saber la respuesta. Ese truco en particular nunca iba a pasar de moda.

"Estas son tus orejas".

"Odejas", repitió.

"Así es. Eres un chico tan inteligente. Igual que tu papá".

Cuando mencionaron a su padre, Orion centró su atención en trazar con su dedo la Marca Tenebrosa en el interior del antebrazo de Draco. "¡Papá selpende! ¡Sssss!"