Veintiuno

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🇲🇽 | Condesa, CDMX | Abril 2021 | 8:20 p.m.
ʚ Rosario ɞ

Dejé algunos menús en la mesa que se acaba de ocupar.

—Buenas noches, en un momento vengo a tomarles la orden—tome las tazas vacías de la mesa cercana y las puse sobre mi bandeja.

—¡Rosario!—escuché como gritaban a lo lejos, achiné los ojos para ver bien.

Vi a mis amigos de años entrando por la puerta de mi café. Deje la bandeja en la mesa inmediatamente y corrí a ellos.

Ambos me acogieron entre sus brazos y al separarnos los miré.

—¿Cuándo regresaron?—estaba realmente sorprendida.

—Ayer—Lupita miró a Santiago—Tenemos una sorpresa—dijo con emoción.

—¿Qué sorpresa?—estaba expectante, mis amigos se habían ido hace unos meses a España, tomándose unas vacaciones y regresaron pues las clases en nuestra universidad empezaban dentro de poco.

Lupita me miró con los ojos brillosos y extendió su mano, mostrando un anillo en su dedo anular. Mis ojos rondaban entre el anillo, Lupita y Santiago.

—¡No mames!—dije emocionada y abrace a mi mejor amiga—¡No mames, no mames, no mames!—las lagrimas salian de mis ojos, tenía un montón de sentimientos encontrados—Felicidades Lu, lo mereces. Estoy tan feliz por ustedes—susurré en medio del abrazó.

Limpie mis lágrimas, cuando estaban a punto de decir algo mi mamá se acercó a mi y llamo mi atención.

—Mimi, ya llegó el mariachi—me dio un apretón en la cintura y asentí.

—Siéntense dónde quieran, los atienden y disfruten la música—volví a abrazarlos y me fui a cambiar.

Paso un rato, los viernes el café estaba a tope por la música en vivo, de vez en cuando yo cantaba o venían invitados de la plaza del charro.

—¡Y ÉCHALE MI MARIACHI!—dije caminando frente al mariachi y escuché el aplauso del público, los músicos empezaron a tocar la inconfundible melodía de "Cielo Rojo", Solté un grito de charro. Llevaba mi vestuario para cuando debía cantar, un traje típico de mariachis, mi sombrero cubría parte de mi rostro.

—Sola...—el mariachi y yo dejamos un silencio minimo—Sin tu cariño, voy caminando, voy caminando y no sé que hacer—Camine frente el mariachi.

—Ni el cielo me contesta—Señalé el cielo y toqué mi corazón—cuando pregunto por ti mi bien— agache la mirada. La canción tenía nombre y apellido.

Bueno, creo que es mejor ponernos al corriente.

"No he podido olvidarte
Desde la noche, desde la noche en que te perdí
Sombras de duda y celos solo me envuelve
Pensando en ti"

Después de la partida de Alexis quedé realmente mal, a tal grado de llegar al psicólogo por la depresión en la que caí.

Deje de hablar con Lupita y Santiago cuando me enteré que ellos sabían que se iba, me mori de celos y enojo cuando supe que ellos se despidieron de Alex y no dijeron nada. Discutí con mi mamá y mi abuelita porque ellas también sabían sobre su repentina mudanza.

Y la verdad es que desde la partida de Alexis el amor no había vuelto a entrar en mi vida, siempre que se presentaba la oportunidad no dudaba y rechazaba a la persona. A base de eso termine centrándome en la escuela, ganando diplomas y becas por excelencia, trabajé en varias tiendas, vendiendo pan, en cafeterías, di clases particulares y hasta llegué a ser niñera. Me centré en cumplir mis sueños y mantenerme ocupada.

Un amor muy a la mexicana; Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora