Un amor muy a la mexicana; Quackity

Doce

🇲🇽 | Col. Valle del centro, CDMX | Miércoles | 2015 | 1:20 p.m.
ʚ Alex ɞ

Nunca había tomado el entrar a una clase como un reto, pero hoy se sentía como eso. Solté todo el aire que tenía acumulado, entre a el salón y al segundo pude mirar a Chayo con Matías riendo.

Ay si, ay si, la mejor pareja.

Ella me miró y le dijo algo a Matías, empezó a caminar hacia mí y yo estaba casi temblando de nervios.

—¿Qué paso güerito?—dijo algo apenada.

—Dime Alex, Rosario—ella se quedó sería y sintió.

—Bueno ya que llegaste, vamos a hacer la práctica, ponte tu mandil y me alcanzas en la barra—dijo seca y se fue hacia donde indicó.

Dejé mi mochila en el piso y me puse el mandil, camine hacia ella atando las cintas de este y me acomode el gorro.

—¿Qué toca hoy?—le pregunté

—Sopa—contesto ella secamente.

—Vale—le contesté de vuelta.

Cada vez que nos hablábamos así algo dentro de mi se rompía, pero no quería ceder ante ella. Debía aprender a respetar que Rosario tenía una relación y yo no era su pareja. No podía tratarla como siempre porque ya no era correcto.

Empecé a moler el jitomate con más ingredientes dentro de la licuadora, mientras ella sofreia la sopa.

—Alex, ¿Puedes cuidar un momento la sopa?—asentí y dejé la licuadora encendida—voy a ver a Lupita, ahorita vengo, no tardo nada—salió corriendo del salón y yo seguí moviendo la sopa, la neta no sabía que era sofreir con exactitud pero se veía que le faltaba más así que le subí a la flama pa que amarrara rápido.

ʚ Rosario ɞ

Empecé a caminar hacia el taller de Lupita, ayer habíamos discutido y la verdad es que me sentía muy culpable, ella tenía algo de razón pero yo también.

Matías era mi novio y al parecer a nadie le alegraba que estuviera con el. No podía invitarlo a comer con nosotros porque no les agradaba y no quería hacerles pasar un mal momento. Pero ellos estaban juntos, ¡Hasta dejaban que las noviecitas de Alex se sentaran con nosotros!

Pase por la ventana del salón de Lupita, le hice señas para que saliera, ella se levantó y camino hacia la puerta.

—¿Qué pasa Chayo?—dijo un poco seria.

—Perdoname por lo de ayer wey, no quise decir todo lo que dije—baje mi mirada al suelo.

—Chayo, neta te pasaste. Es que no entiendo cómo pudiste ser tan infantil—se cruzó de brazos.

—Entiende Lupi, también para mí es difícil asimilar que mis mejores amigos estén juntos y aparte que Alexis esté así de raro conmigo—explique.

—Pero no te daba el derecho de insultarme, el decir te lo que pienso no me hace una pinche mamona, mucho menos una envidiosa Chayo— dijo ella enojada.