Tres

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🇲🇽 | Col. Del Valle centro, CDMX | Lunes | 2015 | 6:56 a.m.
ʚ Rosario ɞ

—No mames ando toda dormida Lupe, no debí desvelarme—dije acostándome en la paleta de mi butaca.

—Agradece que no llegaste tarde mi chayo—me dio unas palmadas en la espalda y suspire.

Anoche había tenido la gran idea de desvelarme leyendo el libro de "Bajo la misma estrella" nada más para saber porque todos estaban tan pinches traumados con el "okay" aunque sigo prefiriendo el primer libro de la trilogía de "El club de los incomprendidos"

A pesar de haber sacado toda el agua que consumí en el día como lágrimas, cuando terminé de leer el libro no había logrado pegar el ojo en toda la noche, estaba cansada así que no entiendo porque no pude dormir, solo se que había un sentimiento raro que no me permitía hacerlo y me hacía pensar de más.

—Buenos días jóvenes—habló nuestra tutora entrando al salón lo cual nos saco la de onda a todos porque teníamos biología, así que puse atención—Antes de que inicie su clase quiero hablar con ustedes—dijo poniéndose sus lentes.

—Ahora que hicieron estos pendejos wey—dijo Lupe un tanto fuerte.

—Señorita De la fuente, le pido guarde silencio y se abstenga de usar groserías—reprendió a mi amiga dándole una mirada seria y esta solo susurró un "Perdón miss"—Bueno, todos saben que el instituto tiene actividades extracurriculares obligatorias, así que el día de hoy van a llenar un formato y seleccionarán dos actividades—dijo pasando unas hojas al primero de cada fila y estos las pasaron a los demás.

Cuando tuve la hoja frente a mi mire las opciones.

Primero teníamos labores básicas.

Cocina, Programación, Corte y confección, Carpintería y Ofimática eran las primeras opciones.

Después teníamos deportes.

Voleibol, futbol, basketball, atletismo y artes marciales.

Seleccione las que más llamaron mi atención Cocina y Artes marciales. Escribí mi nombre y le entregué mi formulario a la maestra. Cuando todo concluyó está se despidió y dejo que la Miss de biología diera su clase.

[10:30 a.m]

Salimos de la clase de historia rápidamente, caminamos hacia el árbol en donde siempre pasábamos todo el receso tumbados y comiendo.

—Ay Lupe, ay Lupe—dije exagerando después de meterme un pedazo de comida a la boca—Parece que Diosito hizo mis empanadas están a todísima madre no mames—dije saboreando las empanadas de alberjon que me hizo mi abuelita con salsa de jitomate, cremita y queso encima.

—A ver invita, las empanadas de tu abue siempre están bien buenas—le arrime mi Topper a Lupe para que agarrara una y justo llegaron nuestros acompañantes.

—No mames, empanadas de Tita—dijo Santiago sentándose rápido en el pasto—Dame Chayo no seas encajosa—arrimo su mano a mi Topper pero le di un manazo.

—No wey, que te de la mitad Lupe—le dije con la boca media llena y mire a Alex—¿Quieres?—le ofrecí una empanada.

—No mames, ¿A Alex si le vas a dar una entera?—me miró indignado Santiago y yo lo voltee a ver, aún ofreciéndole una empanada a el Güerito.

—Tu ya las has probado, Alex no—explique—Deja que pruebe el cielo Santiago. El Niño no sabe nada de la vida—mire a Alex—-están bien buenas ándale agarra una güerito.

Alex agarro una empanada y todos estábamos esperando su reacción. Le dio una mordida y empezó a masticar bajo nuestras miradas.

—A la verga Chayo—dijo con los ojos abiertos y una sonrisa—No me gusta el alberjon pero están a toda madre estas empanadas, ¿Quién las hizo?—pregunto acabándose la empanada.

—Voy a ignorar que dijiste que no te gusta el alberjon solo porque te gustaron las empanadas—Santiago y Lupe me dieron la razón—las hizo mi abuelita—le di un golpecito en el brazo—Por cierto, le caíste bien, dice que deberías ir más la casa y que debería dejar de invitar a Santiago y a Lupe porque son malas influencias—me acerqué a él—ya sabes, la pendejes se contagia y eso—Alex y yo nos carcajeamos mientras Lupe y Santiago nos aventaron pasto.

Al final de cuentas terminamos riéndonos los cuatro, cuando acabamos de almorzar, nos acostamos en el pasto un rato en lo que acababa el receso.

—¿Que actividades extracurriculares eligieron?—pregunto Lupe dejando salir un suspiro de relajación.

—Futbol y programación—respondió Santiago—es el último año me fui a la segura y elegí lo mismo—explicó mi amigo girando su cabeza para ver a Lupe y quedar frente a frente—¿Y tú?—le pregunto el castaño.

—Otra vez Corte y Voleibol—dijo sonriéndole a Santiago.

—¿Tu cambiaste alguna Chayo?—me preguntó Alex y desvíe la mirada de mis dos amigos.

—me cambie a Cocina y Artes Marciales—dije dandole una sonrisa para después tomar de mi jugo. Era la única que estaba sentada en este punto—¿Y tu que elegiste güerito?

—Pues déjame decirte que vamos a compartir clases de Cocina y voy a jugar Fútbol, aunque sea pésimo—Él estaba acostado, me miró achinando sus ojos y dándome una sonrisa que correspondí.

Sentí como algo se revolvió en mi estómago y desvíe la mirada de su rostro.

—Pues está chingón, vamos a tener más tiempo para conocernos y más tiempo sin ver a la parejita de ciegos—dije entre risas

—Yaaa, chayo—se quejó Santiago aventandome su envase de Yakul y abrazo a Lupe aún acostados en el pasto.

Yo solo los miraba, siempre los miraba. Aunque Lupe me tenía a mi, la relación de ellos siempre fue muy diferente, nos conocimos en primaria los tres y desde ahí hicimos hasta lo imposible por ir a la misma escuela, pasar nuestro primer año de secundaria juntos y hasta ahora había sido una muy buena experiencia pues ya íbamos por el último.

Ellos siempre se miraban con mucho amor, incluso había días en los que salían sin mi y no me molestaba en absoluto porque es bien sabido que ellos tienen sentimientos más grandes que los de una amistad, pero no podía evitar sentir ganas de llorar de vez en cuando, no por sentirme excluida, si no por querer ese tipo de amor en mi vida.

—¿Estas bien Chayo?—dijo Alex en bajito sacándome de mis pensamientos pero reaccione del todo cuando me tocó el hombro. Lo mire, nuestros rostros quedaron de frente. Muy cerca para mi gusto.

—Si, todo bien—dije nerviosa y me aclare la garganta—me voy a adelantar al salón nos vemos en la salida güerito—me levanté sin ser vista por nadie más que por Alex, me agache y le di un beso en la mejilla, recogí mis cosas para comenzar a caminar a el salón.

Necesitaba despejarme de esos pensamientos. No era nada sano para mí.

Se fue sin mirar atrás, sin darse cuenta de que dejo a aquel chico de gorro sonrojado y congelado en el mismo lugar.

Un amor muy a la mexicana; Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora