🇲🇽 | CDMX | Dos años después de la boda
ʚ Rosario ɞ—¡Dieguito!—grite cuando el pequeño niño entro corriendo por la cocina, lo levanté entre mis brazos y le di varias vueltas—¿Cómo estas corazón?—dije con voz de bebé, el solo reía y abrazó mi cabeza—¿Dónde esta papi, cariño?—el niño señalo la sala y salí con el en brazos.
Vi como mi Alex se encontraba platicando con Santiago, ambos muy alegres, me puse alado de mi esposo y el me vio. Sonrió en mi dirección, me quitó al niño de brazos y le di un beso en los labios.
—Estas grandísimo Dieguito—dijo Alex levantando el niño en el aire y el pequeño se moría de la risa—¿Listo para pasar una noche con tus tíos favoritos?—El niño asintió—Eso es todo campeón—cocharon los cinco.
—Entonces, ¿No hay problema con que se quede hoy?—dijo Santi e hice un ademan para restarle importancia.
—Sabes que nos gusta cuidar a Diego—tome a Santi por los hombros—Ustedes vayan tranquilos—mi amigo nos agradeció una vez más y se retiro de la casa.
Alex llevo al niño a ver caricaturas mientras yo limpiaba la barra de la cocina. Después de unos minutos sentí como unas manos se posaban en mi cintura, Alex puso su barbilla en el espacio entre mi hombro y mi cuello, dejando un beso ahí.
—Te amo—pronunció—Te amo mucho mi Chayo—sonreí ante su momento de cariño.
—Yo también te amo mucho Ale—giré y entrelace mis manos detrás de su cuello—El viernes vamos a Los Ángeles, ¿Le avisaste a Clarie?—el negó con un puchero en los labios y los ojos cerrados, o bese haciendo que sonriera.
—Dame otro—dijo aún con los ojos cerrados y se lo di, pero esta vez, no duro segundos. Cuando nos separamos suspiró—Quiero que vayamos por ella a la escuela de sorpresa—me vio a los ojos—¿Cómo le haces para gustarme como si fuera le primera vez?—dijo juntando nuestras frentes y yo sonreí.
—¡Tío! ¡Tío!—dijo una vocecita detrás de nosotros. Miré al pequeño y Alex se puso a su altura.
—¿Qué pasa Dieguito?—tomo sus manitas.
—Bichitos no—dijo haciendo un puchero, soltó sus manos y se abrazo a la pierna de Alex—Bichitos no, tío—Lo miró. Alex soltó una carcajada y lo levanto entre brazos.
—Okey Diego, besitos no—dijo riendo, me acerque a ellos.
—¿Me dejas darle un besito a tu tío Alex?—le pregunté al niño y el negó con una sonrisa en labios, hice una mueca de sorpresa—¿No me vas a dejar darle un besito a Alex?—Volvió a negar y fingí llorar.
—Si, si que chille por envidiosa—Dijo Alex mientras juntaba su mejilla con la del niño, corrieron a la sala y los perseguí. Jugamos un rato a las luchitas y al final Diego se apiado de mi dejándome besar a mi Esposo.
Ya entrada la noche bañamos al pequeño, lo arrulle hasta que se quedo dormido, lo acosté en nuestra cama y Alex se acostó en una esquina de esta.
Apagué la luz del baño después de lavarme el rostro y me encontré con Alex viendo al niño con mucho cariño sin notar mi presencia, le tomó unas fotos solito y una selfie con el, le dio un beso en la mejilla y me miró.
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Un amor muy a la mexicana; Quackity
أدب الهواةDónde Alex se enamora en la secundaria de su mejor amiga. Dónde Rosario queda flechada del chavo que quemó la sopa de fideo y su corazón. O donde dos amigos de toda la vida no se dan cuenta de que están enamorados hasta que son casi adultos