Dieciséis

3.1K 301 66
                                    

🇲🇽 | Condesa, CDMX | Sábado | 2015 |
10:00 p.m.
ʚ Alex ɞ

La había cagado. Santiago ya me lo había advertido, por jugarle al perro de las dos tortas, me quedé sin la persona más importante para mí.

Después de que Chayo saliera de su casa, encendí la luz, me frote el rostro por la frustración que sentía y me coloque mis lentes oscuros de nuevo, no los necesitaba pero me gusta usarlos.

Salí al patio y mi mamá me llamó para que me sentara con ellos a comer lo que nuestras anfitrionas habían cocinado.

Chayo estaba del otro lado de la mesa, alejada de mi, gracias a los lentes ella no notaba que estaba viéndola, sin embargo, me miraba de vez en cuando, cada vez que le decía algo a Lupita o cuando Santiago le hablaba.

—¿Qué pasó hijo? Tardaste mucho en salir—dijo mi mamá poniendo un plato de enchiladas frente a mi—Ah si, la mamá de Rosario te hizo unas enchiladas, me contó que ella le recordó que no te gusta el pozole—sonreí un poco. Solo mencioné una vez eso y ella lo recordaba perfectamente.

—Tardé porque me quedé un rato en la cocina. Sabes que a veces me abruma estar entre tanta gente—ella me dio un beso sobre la gorra y me incitó a comer.

Estaba comiendo a gusto la verdad. Las enchiladas de la mamá de Rosario eran muy buenas, pero no tanto como las de mi abuelita.

Paso un rato hasta que termine de comer y Santiago se sentó alado de mi.

—Buenas noches señores—saludo a mis papás y ellos lo saludaron de vuelta—Les robo un momento a su hijo—ellos asintieron, el sonrió y me llevo con el. Caminamos poco pero nos alejamos lo suficiente para que nadie escuche.

—Eres un cabrón—dijo golpeándome levemente en el estómago con una sonrisa.

—Ahora que paso—pregunté confundido.

—Chayo terminó hoy con Matías y tú la besaste—dijo empujándome—de verdad eres un cabronazo wey—paso un brazo por mis hombros.

—Pero eso no me sirve de nada—gire un poco mi cabeza y la miré. Casualmente Ella también me veía—Ella piensa que estoy jugando nada más.

—¿Y no?—dijo ahora serio—Yo te dije, por andar jugando al todas mías. Te quedaste sin la importante—me reclamo.

—Ya Santi, hoy obtuve la señal que tanto necesitaba—dije bajando un poco la mirada—no voy a hacer nada al respecto, ella ya me lo confirmó—suspire—no quiere tener nada conmigo—lo mire ahora a el—y sabes que no estoy en posición de tener una relación.

—Ay Dios mío, ilumina a este par de pendejos por favor—suspiro—¿Cuando piensas decirle?- dijo frustrado.

—No le voy a decir nada—le di un codazo leve—y ustedes tampoco, ¿Oíste?—dije serio.

—¿Es neta que le vas a hacer eso?—preguntó incrédulo.

—No tengo otra opción, es lo mejor para ella—me encogí de hombros y guardé mis manos en las bolsas de mi pantalón.

La música empezó a opacar nuestras voces y la mamá de Lupita hablo por un micrófono.

—A bailar chamacos. ¡Viva a México!—todos empezaron a gritar "Viva a México" y las cumbias retumbaban en toda la calle de la condesa mientras cohetes se reflejaban en el cielo.

Un amor muy a la mexicana; Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora