Capítulo 31

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Me despierto desorientada en los brazos de Cameron. Estamos tirados en el césped encima de una toalla. Estoy encima de él, con la cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Me tranquiliza bastante.
Me acaricia el brazo con los dedos herizandome el bello. Me encantaría estar aquí toda la vida.
Cuando me restriego las manos en los ojos, se da cuenta de que me he despertado.
- Hola, pequeña.
- Me he quedado dormida.
- Eso creo. - Me dice sonriendo y nos echamos a reír. Despertarme, estar entre sus brazos y ver esa sonrisa es la cosa más maravillosa del mundo.
Me estrecha más fuerte y suspira.
- Me encanta tenerte entre mis brazos y me encantaría tenerte, por siempre.
Me apoyo con las manos en el césped al lado de sus costados. Le miro a esos ojos que me tienen tan hechizada, le doy un tierno beso en sus preciosos labios y me acuesto en la posición en la que estaba mientras dormía.
Se me hiela la sangre cuando siento sus dedos sobre mi nuca.
- Me encantan tus tatuajes... - Dice mientras recorre la tinta de mi nuca. -¿Cuantos tienes?
- Tres.
- Me gustaría poder darte un beso en cada uno de ellos. ¿Me dejarías?
- ¡No! - Le digo riéndome a carcajadas.
- ¿Te estas riendo de mí?
- Nunca me reiría de ti. - Digo imitandole la voz, como cuando me lo dijo esta mañana.
- Te vas a enterar. - Me dice rodando para que quede debajo de él. Ha dejado caer todo su peso encima mía y se puede decir que sus músculos definidos pesan bastante.
- Levántate, gordo. Me vas a estrujar. - Digo riéndome a carcajadas y golpeándole el pecho suave con las manos mientras se resiste. Al oír mis palabras, se levanta y se sienta en la toalla con las manos rodeandole las piernas, y la cabeza agachada. - ¿Te has enfadado?
- Déjame. - Parece cabreado y es como si me dieran un pellizquito en el corazón.

You, forever you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora