Capítulo 38

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Cuando llego a casa pongo el móvil en silencio y me pongo a estudiar. Estoy cabreada y no tengo ganas de hablar con nadie ni de pensar en nada. Además, los exámenes finales están a la vuelta de la esquina.
Me paso todo el día estudiando. Míro el reloj y ya es casi la hora de cenar así que me dispongo a ducharme cuando mi madre llama a la puerta de mi habitación.
- Leah, está aquí Cameron.
¿Qué? Salgo corriendo dejando a mi madre atrás en la puerta de mi cuarto y bajo al salón. Casi me caigo por las escaleras de lo rápido que voy. Me paro en seco al verle sentado en el sofá y él se levanta al verme.
- ¿Por qué no contestas a mis llamadas? - Me pregunta con preocupación. Da pasos hacia mí hasta que está a pocos centímetros de distancia.
- He estado estudiando y no tenia ganas de hablar con nadie, así que puse el móvil en silencio. - Me excuso. - Además después de que te fueras así está mañana, me extrañaba que quisieras hablar conmigo.
- Pues claro que quiero hablar contigo. Leah, eres lo mejor que tengo. - Se acerca un poco más a mi pero se para al ver a mi madre entrando en el salón. - Bueno, ya me voy, solo quería saber que estabas bien.
- Te acompaño fuera. - Digo porque sé que quiere que lo haga.
- Bien, buenas noches señora Bennett. - Le dice a mi madre y ella le sonrie y asiente. Creo que le cae bien.
Salgo con él al jardín y no me da tiempo a reaccionar cuando me pega contra la pared y me besa saboreando cada milímetro de mi boca. Parece desesperado y eso... Me encanta.
- Joder, no me podía aguantar más. - Dice casi sin respiración. - Te quiero, Leah.

You, forever you.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora