"Basta, Theseus..."
"Yo no la amo ... jamás lo hice" "Mi corazón jamás dejó de latir por ti, incluso cuando te fuiste"
Ella lo observa sin expresión alguna en el rostro.
Theseus Scamander x OC
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Mayssande Bensebaini regresa a casa luego de una larga y pesada jornada de trabajo. Siempre llegaba cansada y con ganas de dormir, sin embargo, al estar en presencia de sus hijos, sus energías se reponían al ver las caras sonrientes de sus chiquillos.
-Mami!!!- llega Rúben corriendo a la entrada -Rycker no me quiere dar mi juguete!- acusa a su hermano gemelo.
En ese momento también llega Rycker -que chilló eres!- se queja -ten, al cabo que ni lo quería- le lanza el peluche.
Se le escapa una sonrisa de ternura que se provoca el ver a sus hijos pelearse -ay mis niños- abraza a los dos llenándolos de besos y cariños -cómo los extrané. Y su abuela?- pregunta.
-Aquí estoy!- llega Pauline Bensebaini sosteniendo a una niña de 5 años -Bernie quiere saludarte- le entrega a la pequeña.
-Mami!- abraza la niña Bernadette a su madre.
-Mi adorada princesa- también la llena de cariñitos y besos por todo su pequeño rostro -y qué hay de Khaleed y Kamdyn?- desea saber.
-Están con tu padre- avisa Pauline -creo jugando me parece.
Mayssande se relaja un poco -ah ya veo. Bueno, papá y tu pueden descansar. Ya estoy aquí...
-No tan rápido- detiene una voz masculina por detrás de la argelina justo en la entrada de la casa.
-Papi!!!- gritan tanto Rycker como Rúben.
-Niños!- exclama con entusiasmo Theseus Scamander envolviendo a sus hijos con sus brazos.
Cómo era posible que el mismísimo Theseus Scamander, el héroe de la Primera Guerra Mundial, el jefe de Aurores en el Ministro de Magia Británico y vencedor del Quimera siguiera vivo? Todo gracias a la mejor jugadora de Quidditch quien es también su pareja y madre de sus hijos. Esto se remonta a la vez que Gellert estaba a punto de obtener la Piedra cuando Theseus lo retó a un duelo para que dejara a su amada en paz.
Viendo que al final del duelo las cosas pintaban a favor de Grindelwald, a Mayssande no le quedó de otra que dejar ganar a Gellert, o al parecer eso le hizo creer para que se considerara con una amplia ventaja al haber matado a un excelente mago como lo es Theseus. Todo salió acorde al plan de la bruja argelina quien tenía en posesión la Piedra de la Resurrección, la cual se la dio al hechicero y que esta le ayudara para sobrevivir el maleficio Avada Kedavra.
Luego de ser impactado por aquel maleficio, Mayssande le pidió a su pareja que confiara en ella y pretendiera que estuviera muerto. Theseus confío a ciegas en el plan de la Buscadora fingiendo estar muerto todos estos años, ocultos en Sudamerica protegiendo de la misma Reliquia de la Muerte de los Grindelwald. Era por ello que Mayssande no podía estar con su primer hijo, lo estaba protegiendo de toda esta situación pues no quería que Gellert o Ethan usaran de Enzo como clara opción de chantaje para darle la piedra. El chico quedó protegido por sus tíos y ahora que ya tenía 16, estaba en Hogwarts.
Hablando del segundo hijo de la pareja de magos, Elliott Scamander ahora reconocido por el mundo como Ewan Grindelwald, ha sido criado por los magos del mismo apellido provocando una terrible sensación a la Buscadora. No obstante, el Auror le pidió a Mayssande que confiara en él justo como ella le pidió anteriormente, ya que Theseus tenía una as bajo la manga aprovechando el encanto que la misma hechicera le había puesto a su hijo. Aclarando la situación de los dos primeros hijos, toca hablar del resto de los niños Scamander.
Iniciando con los gemelos Rúben y Rycker de ocho años recién cumplidos en Enero haciéndolos dos años menor que su hermano Elliott. Después les sigue los también mellizos Khaleed y Kamdyn con una edad de siete años cumplidos un día antes que sus hermanos mayores. Y al final la séptima y única hija de la familia Scamander-Bensebaini, Bernadette con la edad de 5 años celebrados un día después del cumpleaños de los gemelos.
La familia estuvo oculta en Brazil durante unos ocho años sólidos donde formaron una familia y vivían alejados del mundo mágico con el propósito de no ser descubiertos por Grindelwald y sus acólitos -se alegran de verlos siempre que llegan- resalta Pauline. Refiriéndose a los padres de Mayssande, fueron ellos mismos quienes descifraron el escondite de la familia de su hija, por lo que en ocasiones iban a visitarlos y checar que todo estuviera en orden.
Theseus saluda de su pareja y después a su suegra -le importaría cuidar de los niños en lo que le muestro algo a Mayssande?- pide el Auror a lo que la bruja accede. La argelina se deja llevar por el de Hufflepuff hasta parar a un escondite logrando percibir algo sospechoso -no quiero alarmarte, pero son ellos- desvela con preocupación.
-No puede ser- exclama la pelinegra -cómo nos encontraron?
-Debieron tener sus contactos y uno de ellos quizá te reconoció- sugiere Theseus observando de Ethan Grindelwald desde una larga distancia.
-Ya no estamos seguros aquí, los niños corren peligro- Mayssande traga saliva.
Theseus toma la mano de Mayssande -llegó la hora, cariño- revela serio.
Los ojos de la Buscadora se cristalizan -quiero más tiempo con ellos- añora.
-También yo- coincide el Auror -pero no lo tendremos si Grindelwald sigue suelto. Tenemos que detenerlo de una vez por todas.
-Tienes razón- se relaja -hay que apresurarse.
Dicho eso, regresaron a su hogar deprisa a organizar el plan que ya tenían hecho para cuando los acólitos de Grindelwald llegaran por la Reliquia. Mayssande les volvió a recordar el protocolo a sus padres quienes se quedarían a cargo de los niños mientras que Theseus empacaba todo lo necesario para el viaje. La pareja de magos se iban despidiendo de cada uno de sus hijos dejando al último a Rycker, quien era considerado el mayor de los niños al nacer momentos antes que su gemelo Rúben.
Tal como estaba escrito, Rycker era el encargado de ayudar a sus abuelos por si cualquier cosa sucediera -tu puedes con esto, Rycker- apoya Mayssande a su hijo.
Rycker se le veía nervioso -no, no soy como tú- niega el gemelo.
-De qué manera, cariño?- pregunta la bruja maternalmente
El chiquillo de 8 años observa a su madre un poco asustado -no soy... perfecto- confiesa con temor dejando ver que durante todo este tiempo, Rycker y Mayssande habían formado una única relación de madre e hijo a tal punto en que el gemelo admiraba demasiado a la argelina.
Theseus decide acercarse para consolar a su hijo -eres igual de valiente, inteligente y perfecto como tu madre- admite sincero.
El niño desvía su atención a su padre -tu crees?- consulta dudoso.
-Por supuesto- agrega con una sonrisa.
-Podrás con todo, no tengo ninguna duda- insiste Mayssande.
Este se arma de valor -no los defraudaré- afirma Rycker abrazando a ambos padres y por fin, parten de su casa.
