✨fifty-one✨

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Todo pasó fugazmente delante de los ojos de Ethan Grindelwald que ni tiempo tuvo de reaccionar. El maleficio Avada Kedavra fue un destello verde veloz que sin embargo, falló en dar al objetivo. Aquella ráfaga esmeralda logró impactar en la bruja en un pestañeo. La pelinegra cayó al suelo retumbando por todo el cuarto. El corazón del platinado se detuvo al no creer lo que acababa de presenciar.

No obstante, el Auror es quien si reacciona y sin pensarlo dos veces, comienza un duelo contra Gellert buscando vengar a su amada. Ethan se acerca al cuerpo sin vida de Mayssande con una chispa de esperanza de que todo fuera un truco y en realidad ella siguiera en este mundo. A continuación lo siguiente sólo lo llena de una tristeza irremediable.

Toma de las mejillas a Mayssande observando su pálido rostro reflejando una enorme tranquilidad como si estuviera durmiendo plácidamente —Mayssande...?— su voz se escuchó entrecortado por culpa de las ganas de llorar. Sus ojos poco a poco se iban cristalizando al caer en la cruel realidad de que efectivamente, había perdido al amor de su vida. 

—No te vayas...!— replica con un tono chillón sin ser capaz de modularse y tranquilizarse. 

Esto aún no acababa. 

El mago se levantó consumido con la combinación de dolor y angustia. Caminó al presente duelo entre Theseus y Gellert uniéndose para matar a su padre.

Para la sorpresa de Gellert, ambos magos eran muy poderosos como para enfrentarlos al mismo tiempo. Sumando que estaba reservando sus energías para el duelo que ansias tenía contra Albus. Por lo que se las ingenió y distrajo a los hechiceros para escapar en busca de Dumbledore. 

—A DÓNDE FUE?!— ruge Theseus de ira caminando en círculos frustrado —DÓNDE ESTÁ?!— vuelve a preguntar ahora hacia Ethan. 

Se encontraba respirando agitado en busca de nivelar su respiración pero estaba más que acabado pese a salir ileso de la batalla. Estaba encogido de hombros y sin mirar de Theseus ya que se sentía culpable y responsable por la muerte de Mayssande. 

Al no obtener respuestas, Theseus rápidamente se dirige hacia el cuerpo de su amada para corroborar que efectivamente seguía intacto. Consiguió levantar su cabeza y tomarla por la cintura para atraerla más hacia él. —Mayssande...— el castaño estaba horrorizado —quédate conmigo. Por favor!— rogaba sollozando. —Vuelve a mí! Vuelve a mí— pedía teniendo fe como si nada grave acabara de pasar. 

𝐈 𝐒𝐓𝐀𝐍𝐃 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐘𝐎𝐔 :: 𝗧𝗛𝗘𝗦𝗘𝗨𝗦 𝗦𝗖𝗔𝗠𝗔𝗡𝗗𝗘𝗥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora