Capítulo 30

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Jimin

Mi garganta se seca ¿en serio ha dicho eso? Claro que él es bueno para mí, está claro que nos queremos, que tenemos que estar juntos.

—Jungkook—musito.

Niega con la cabeza dejándome con la palabra en la boca. No quiere que hable, no lo haré entonces.
Nos sumimos en un incómodo silencio, un silencio tan denso que no soy capaz de soportarlo. Me pongo a levantar las cosas del suelo. Lo de Jungkook lo dejo sobre su mochila, lo mío lo guardo mientras él permanece mirando el exterior por el hueco de la ventana.

—Voy a irme, ¿vienes?

No voltea a verme y mucho menos me dirige la palabra, se limita a negar con la cabeza. Mis ojos arden cuando me siento en el suelo con los pies colgando hacia el exterior, me limpio las lágrimas de las mejillas y tiro la mochila al piso. Jungkook sigue allí de pie sin voltear a verme. Doy la vuelta para bajar las escaleras y mientras lo hago ruego para que Jungkook me persiga y estemos bien. Pero no lo hace. Y cuando llego a tierra firme, él ni siquiera me ha llamado.

Entro a la casa con las sandalias en la mano y la mochila al hombro. Mi papá y sus amigos, que antes estaban viendo un partido de hockey, voltean a verme. Mi papá se pone de pie cuando cierro la puerta lentamente, subo las escaleras haciendo caso omiso a las palabras de mi papá y a los gritos de mi mamá que ha llegado al living en un santiamén. Entro a mi habitación con el hombro abajo para que la mochila caiga al suelo, me voy desvistiendo a medida que camino hacia el baño y cierro la puerta. Abro la ducha y apenas soy consciente del mar de lágrimas que son mis mejillas.

Es todo mi culpa.

Jungkook

Estoy llorando.

Sabía que era demasiado bueno para ser cierto. Jimin siempre tiene que encontrar un motivo para pelear conmigo, pero aun así no lo culpo. Es estúpido todo esto, es una tontería.

¿Qué persona normal no sabe preguntar una cosa tan simple? No eres normal Jungkook, me susurra mi consciencia.

¡Era una simple pregunta! ¡Una maldita pregunta de cuatro palabras! "¿Quieres ser mi novio?" Quizá no es lo que realmente quiero... ¿Qué carajos? Claro que quiero que Jimin sea mi novio, de solo pensar en él con otro estúpido me pongo enfermizo. Así que concéntrate, Jungkook. Ahora tendrás que hacer las cosas el doble de bien.

Me aparto de la ventana de un salto y busco mis cosas. Mi remera no está, seguramente se la ha dejado él. Eso me hace sonreír como un estúpido. Guardo mis cosas y lanzo la mochila al piso.

— ¡Maldito idiota!

¿Qué?

Me asomo a la escalera de la casita para encontrarme a Tae sentado en el piso y Namjoon riendo como un condenado.

— ¿Qué iba a saber que estabas allí? —Digo riendo.

Entre risas me acomodo para bajar la escalera lentamente con cuidado. Tae me golpea la cabeza cuando llego al suelo, yo solo me río y me agacho para tomar mi mochila.

— ¿Todo bien?

Asiento levemente colgándome la mochila al hombro.

— ¿Qué paso con Jimin?

Namjoon golpea a Tae con el costado de su cuerpo.

—No seas tan directo, menso.

Me encojo de hombros.

—La cague.

Tae alza los ojos al cielo y bufa.

— ¿De nuevo?

—Mira Tae no necesito que vengas a decir qué hacer con mi relación con Jimin. Puedes irte por dónde has venido.

Namjoon se muerde el interior de la mejilla y se mueve para dejarme pasar.

—Lo decía de buena onda, bro —me grita.

Ruedo los ojos cuando abro la puerta. El padre de Jimin se pone de pie haciendo que mi corazón se paralice. Carajo. Cierro la puerta de un golpe y corro escaleras arriba. Siento risas y una vaga conversación. Choi no me persigue, eso es bueno para mi salud.

Al piso.

—Fíjate por dónde vas, idiota.

Me quedo sentado en el suelo, alzo la vista y me encuentro con un Jimin de cabello húmedo. Me tiende la mano con expresión seria y desbastada.

—Tu papá me estaba persiguiendo.

— ¿Y qué quieres que haga?

Ignoro su mano y me pongo de pie por mi cuenta. Él se cruza de brazos y cierra los ojos, suspira profundamente.

—Disculpa. —Alzo ambas manos.

Lo esquivo y sigo con mi paso. Si quiero que le duela como me ha dolido a mí, no debo voltear a verlo, pero cuando entro en la habitación giro a propósito para encontrarme con su mirada vacía.

Namjoon y Tae entran en la habitación media hora después. Ya tengo un plan, aunque es un poco cursi, sé que va a gustarle a Jimin.

—Necesito su ayuda.

Tae se señala y alza la barbilla con auto suficiencia.

—Púdrete.

—Púdrete conmigo, vamos. —Me río—. Ustedes que son así bien cursis y románticamente estúpidos, por favor.

Namjoon se ríe, se tira en su cama y alza la mirada al techo.

—Dios, enséñanos qué hacer con un Jungkook enamorado.

Me río.

— ¿Tú si me ayudas, Namjoon?

Asiente.

—Hey yo también —grita Tae tirándose sobre mí.

Unas Locas Vacaciones (Kookmin) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora