Unas Locas Vacaciones (Kookmin) [Adaptación]

Capítulo 36

Jimin

Me coloco el traje de baño mientras tarareo una canción de BTS. Mis amigos están en su habitación y los chicos en la suya. Hoy vamos a bajar al lago todos juntos y por la noche, nuestros padres quieren que cenemos en la ciudad, todos en algún buen restaurante.

Me observo al espejo y sonrío ante mi silueta. Ato mi cabello porque siempre que entramos al lago, se enreda y luego me cuesta la vida poder dejarlo como es, un poco menos desastroso. Me pongo una remera de flores celestes y vuelvo a sonreírme al espejo. Me coloco las sandalias y quito el bolso de la cama para poder tenderla. La remera negra de Jungkook está tirada en el suelo, al lado de sus zapatillas. Sonrío tontamente y levanto la remera para dejarla sobre mi bolso, a continuación, arreglo mi cama bien estirada y le pongo perfume a la almohada.

Salgo de la habitación con la ropa de Jungkook, con un solo propósito, darle sus pertenencias a mi novio. Por más estúpido que parezca, siento que tengo ganas de estar con él todo el tiempo, cada segundo que pasa lo extraño, aunque estemos en la misma casa. Tengo ganas de abrazarlo y sentir sus brazos a mí alrededor, todo el tiempo.

—Kook, las relaciones son así. —Escucho a Tae decir.

Detengo mi mano en un puño frente a la puerta y acerco mi oído a la madera. La intriga me invita a escuchar una parte de la conversación que están manteniendo.

— ¿Así? ¿En serio? No puedo soportar esto todos los días.

—Dile —sugiere Namjoon.

Escucho unos ruidos dentro de la habitación. Aprieto mis dedos en la tela de la remera.

—Va a enojarse.

—Va a entenderte Kook—dice Namjoon.

—No —se niega Jungkook—. Miren, ni siquiera sé lo que es tener un novio y él de repente entra en mi vida y pretende que yo le siga el ritmo.

—Jungkook—bufa Tae.

—No, Jungkook nada.

Tae dice algo que no logro escuchar del todo porque habla en voz baja y relajada. Cierro los ojos y respiro profundo.

—No sé cómo decirle —dice Jungkook.

—Él sabe que tú no acostumbras a estar de novio, que solo sales y bueno... pasas la noche de cama en cama y...

—Ya —gruñe Jungkook.

—... tiene que entender.

— ¿Y si no lo hace? ¿Y si arruino todo?

Se quedan los tres callados por unos segundos. Me apoyo contra la pared y me dejo caer hasta quedar sentada en el suelo.

—Chicos, yo lo amo —dice Jungkook.

Una pequeña sonrisa florece en mis labios. Cierro los ojos y me abrazo a mis rodillas.

— ¿Qué es lo que te molesta exactamente?

Gracias Tae, gracias por hacer la pregunta que llevo formulando en mi cabeza desde que estoy escuchando esta conversación ajena.

—Toda esa cursilería.

Hacen silencio mientras yo me como las uñas de los nervios y la ansiedad.

—No puede escaparle a la cursilería —dice Namjoon riendo—. Pero puedes frenarla, supongo.

— ¿Cómo?

—Cuando se te pegue demasiado, aléjalo.

—Va a enojarse —se queja Jungkook.