Capítulo 38

663 56 0
                                    

Jimin

Me río denotando nerviosismo e intento apartar la vista para poder mentir sin decir alguna estupidez y arruinarlo todo.

—Yo no estaba espiando a nadie Jungkookie —digo con insuficiencia—. Debe haber sido alguien más.

—Jimin te conozco.

—Yo a ti. —Asiento con la cabeza como si estuviera muy emocionado.

—Vamos... No voy a enojarme si admites haber estado escuchando, solo quiero saber qué escuchaste.

—No estaba escuchando nada Jungkook —digo alzando las manos con fingida inocencia.

— ¿Seguro? ¿No hay nada de lo que quieras hablar conmigo?

—No ¿debería? —Busco sus ojos con los míos. Él niega con la cabeza—. ¿Tan mal has hablado de mí cómo para que me estés preguntando aquello?

—No he hablado mal de ti.

Me siento en mi lona y cruzo las piernas. Jungkook me mira desde su altura natural.

— ¿Entonces?

—Solo quiero saber qué escuchaste.

—Nada Jungkook—digo insistiendo—. Ni siquiera estuve escuchando.

Se encoge de hombros mientras niega con la cabeza y después de revolverse el cabello con las manos se sienta en su lona a mi lado. Yo me acuesto de cara al sol y cierro los ojos porque me pega demasiado fuerte la claridad. Jungkook sigue sentado como indio con sus piernas cruzadas.

— ¿Seguro que no quieres hablar nada de lo que escuchaste conmigo?

Respiro profundo para contener las ganas de embocarle un puñetazo en la nariz y giro la cabeza. Con mi mano izquierda me cubro del sol mientras mantengo la mirada en mi novio.

— ¿Eres estúpido o te haces?

Jungkook suelta una pequeña carcajada y me toca el brazo suavemente con su mano fría y arrugada por el agua.

—Tranquilo nene.

—Es que en serio, Jeon.

Se vuelve a reír cuando quita la mano de mi brazo. Yo me acomodo nuevamente en la lona de cara al sol y coloco mis manos a los costados de mi cuerpo. Jungkook se acuesta en su lona y suspira.

—Qué aburrido es tomar sol —se queja.

—Vete con los demás, entonces —respondo.

— ¿Qué te ocurre hoy Jimin? Estás irritante.

—Aprendí del mejor.

Suelta una pequeña risa juvenil que me llega al corazón y lo hace saltar de alegría. También me río.

—Un mes atrás me decías eso y podíamos llegar a discutir por horas.

—Es que tú siempre te has tomado todo tan a pecho.

—Habló el Señorito Exageración.

—Qué caradura eres —digo negando con la cabeza.

Por lo que sé, siempre él que comenzaba con las peleas era él. El mismo chico que ahora me echa en culpa que el exagerado era yo cuando él era el que comenzaba con sus insultos baratos y de niño para luego quejarse de mis respuestas.

—Entonces —dice luego de unos minutos— ¿No vamos a hablar sobre eso?

— ¿Sobre qué?

—Sobre la conversación que escuchaste.

Unas Locas Vacaciones (Kookmin) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora