Capítulo 58

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Jungkook

Nos quedamos callados durante varios minutos, al parecer ninguno quiere ser el primero en hablar. Jimin suspira como si quisiera hacerme saber que aún sigue allí, pero no seré quien va a pedir disculpas, no cuando no tengo nada que ver en ese sentido. Mi chico acerca su silla a la camilla un poco más y busca mis manos con las suyas.

—Jungkookie —susurra.

Abro los ojos para encontrarme con los suyos viéndome fijamente.

—Sé que jodí todo, realmente lo sé y lo siento mucho.

Mis párpados se sienten pesados, quizá por el medicamento que antes me ha dado la enfermera.

—Ya está bien —murmuro sintiendo mi cuerpo adormilado.

—No está bien, todo esto es culpa mía.

Asiento levemente, no por el hecho de culparlo a él, simplemente quiero hacerle saber que lo estoy escuchando. Sus ojos se llenan de lágrimas y su cabeza reposa al costado de mi cuerpo. Levanto mi brazo adolorido y paso las yemas de mis dedos por su suave cabello.

—En parte también tengo la culpa, cariño.

Solloza en silencio mientras aprieta mi otra mano.

—Si hubiera atendido tu llamada, no habrías salido acelerando de ese modo.

Asiento, en ese punto es cierto. Apoya la barbilla sobre nuestras manos entrelazadas y me mira a los ojos, una media sonrisa florece en mi rostro.

—Estaba tan asustado cuando tu padre llamó.

Suspiro.

—Estoy bien.

—No quiero volver a pelear contigo y menos que termines así Jungkookie —murmura.

Aprieto su mano porque no soy capaz de pronunciar una oración completa, Jimin me entiende. Estiro mis labios pidiendo un beso, él se ríe levemente y se para sobre las puntas de sus pies para darme un corto beso en los labios. Vuelve a sentarse en la silla secándose las lágrimas con la mano desocupada.

—Te amo, descansa.

—Te amo —articulo.

Besa mi mano con tranquilidad. Cierro los ojos sabiendo que, por lo menos, las cosas están mejor. Su mano presiona la mía antes de que yo caiga en un profundo sueño.

(...)

Las ganas de ir al baño me hacen despertarme de golpe dándome cuenta de que la habitación está bañada en resplandor. Doy media vuelta hacia el lugar que ocupaba Jimin cuando me quedé dormido y no lo encuentro, mi mano está cerrada en un puño. Me siento en la cama y cuando abro la mano me doy cuenta de que allí se encuentra el colgante que siempre lleva Jimin en el cuello, sonrío y lo dejo sobre la pequeña mesa de luz a mi lado. Mi espalda duele como el infierno, así también como mi cabeza. Giro en la camilla y dejo los pies colgando sobre el suelo, justo cuando mamá entra en la habitación.

—No, no, espera Jungkook —me dice asustada y corre hacia mí.

La enfermera Jiyu viene corriendo detrás de ella. Lo veo como un gesto exagerado y alargo el brazo para mover la mano con indiferencia, mamá me frunce el ceño a la vez que la enfermera se para delante de mí.

— ¿Dónde está Jimin?

—En el colegio, viene luego.

Asiento.

—Necesito ir al baño, mamá. Ya.

Mi mamá coloca uno de sus brazos detrás de mi espalda y me ayuda a ponerme de pie. Caminamos lentamente hacia el baño y me deja entrar solo, esperándome en la puerta con clara impaciencia. Hago mis necesidades y me lavo las manos, enjuago mi boca sintiendo una sequía incomparable en mi lengua y luego salgo de allí. Mamá me ayuda a volver a la cama nuevamente.

Pasada la una del mediodía, Jimin llega a la habitación casi tirando la puerta abajo. Jin entra riendo detrás de él.

—Hola, hola, hola, hola, hola. —Tira su bolso sobre la silla y acuna mis mejillas con sus manos ahuecadas—. ¿Cómo te sientes?

Me río.

—Bien, supongo.

— ¿Supones?

Jin tira del saco de él y lo mueve de encima de mí haciéndome reír nuevamente.

—No seas acosador. —Frunce el ceño—. Hola Kook.

Alzo una ceja. Mi novio se cruza de brazos detrás de su mejor amigo. Tomo el colgante de la mesa de luz y se lo tiendo.

—Estoy bien, no pongas esa cara. Hola Jin.

Jin se ríe y rueda los ojos en dirección a Jimin. Mi novio toma el colgante mientras murmura cosas en contra de su amigo, él solo se ríe divertido de la situación y cuando mamá entra en la habitación junto con papá, se aleja y comienza a hablar con ellos. Jimin me mira con sus brazos cruzados sobre su pecho abrigado, sus ojos están cargados de angustia y sus labios fruncidos. Estiro la mano para alcanzarlo, pero retrocede dos pasos haciéndome alzar las cejas de la sorpresa.

— ¿Qué ocurre? —Pregunto preocupado.

Niega con la cabeza mientras articula un "nada" sin sentido. Sus ojos escapan de los míos.

—Jiminie —la llamo débilmente.

Voltea a verme.

— ¿Te encuentras bien?

Niega con la cabeza nuevamente.

—Ven aquí.

Palmeo el costado de la camilla a mi lado y él lentamente se acerca a mí, tomo su mano mientras busco sus ojos que huyen de mi vista.

—Eyy —lo llamo.

A rastras mueve sus pupilas para encontrarse con las mías. Sus ojos cargados de tristeza, su mano aprieta la mía y luego una lágrima cae por su mejilla lentamente.

— ¿Quieres contarme?

—Tengo miedo.

— ¿De qué? —Frunzo el ceño.

—De que lo nuestro termine.

Abro los ojos con impresión, él aparta la mirada de golpe y quita su mano de entre las mías.

Unas Locas Vacaciones (Kookmin) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora