Unas Locas Vacaciones (Kookmin) [Adaptación]

Capítulo 63

Jimin

La presión en mi pecho comienza a disminuir haciendo que mis latidos tomen su ritmo regular a medida que caminamos en dirección a la casa de Jungkook. Nuestras manos entrelazadas, sumidos en un silencio cómodo e incómodo a la vez. Mi novio se detiene frente a su casa.

— ¿Te quedas?

Niego con la cabeza.

—Voy a llamar a Yoongi.

Coloca ambas manos a los costados de mis mejillas y me besa suavemente.

—Adelante.

Saco mi celular y marco el número de mi mejor amigo. Él tarda unos segundos en responder con una adormilada voz ronca.

— ¿Estás bien? —Pregunta alarmado.

—Perdona, te desperté.

—No importa, no soñaba nada bueno. ¿Qué sucede?

Río.

— ¿Puedo ir a tu casa ahora?

— ¿Ya mismo? Pues, sí. Sabes que puedes venir a casa cuando quieras.

—Gracias.

Jungkook mira al cielo mientras juega con nuestras manos.

—Busca la llave en la maceta de la planta con olor a Namjoon, digo feo y entra.

Río divertido, Jungkook me observa.

—Está bien. Voy para allá.

—Te veo —dice y finaliza la llamada.

Meto el celular en mi bolsillo y beso a Jungkook en los labios.

—Te veo mañana —murmuro.

Acaricia mi mejilla con su mano libre.

—Perdona por todo esto.

—Yo tengo que disculparme Jungkookie.

Niega lentamente.

—Necesitamos más confianza.

Asiento levemente.

— ¿Cenamos juntos mañana?

—Me encantaría. —Sonrío.

Me devuelve la sonrisa con un toque de angustia en sus ojos.

—Te amo.

—Y yo te amo a ti.

Vuelvo a darle un corto beso en los labios y nos separamos.

— ¿Quieres que te acompañe a la parada?

Niego con la cabeza.

—Voy a pensar de camino allá y tú no me dejas pensar con claridad.

Sonríe.

—Llámame cuando llegues —dice suavemente—. Llama a casa porque mi celular murió.

Presiono mis labios juntos y asiento. Jungkook ríe y retrocede dos pasos. Alzo la mano para saludarlo desde allí y luego me echo a andar. Antes de doblar a la siguiente calle, volteo a ver a Jungkook que me observa desde su casa, sonrío y giro hacia la otra acera.

Llego a la parada de autobús sintiendo como si alguien me estuviera siguiendo, pero la verdad es que solo son persecuciones que invento en mi cabeza cuando comienzo a maquinar todo lo que ha pasado. Estoy completamente solo, sentado al costado de la calle esperando a que pase el autobús cuando una mujer con un niño pequeño llega hasta mí asustándome. Me pongo de pie mientras el niño se sienta a mí lado y juega con sus pies en el borde de la calle. La mujer discute por teléfono con alguien, yo solo me limito a observar la calle con impaciencia hasta que veo el autobús venir hacia nosotros.