TWO GHOSTS

capitulo 11.

20/AGOSTO/2021.
Monte-Carlo, Mónaco.

Dejo que las manos de Charles acaricien mi vientre mientras me recargo más en él. Sus piernas están a cada lado de mi cuerpo mientras tengo recostada mi espalda en su abdomen.

Ambos estamos en silencio, observando la película que ha elegido Charles aprovechando nuestro tiempo solos. Anne como cada Viernes cuando Charles está en casa es día de estar con su abuela y su tío Arthur.

Así que hemos aprovechado todo el día para estar en cama, cocinar descalzos y robarnos besos cada que podemos.

Me giro un poco observando el atardecer en Mónaco y aprieto los ojos tratando de mandar al carajo el mal presentimiento que he sentido durante los últimos días.

"¿Estás bien?". Las manos de Charles se mueven a mi cabello acariciándolo suavemente.

Asiento sin responder y suspiró cerrando los ojos cuando siento los labios de mi novio en mi frente.

"Algo no está bien". Susurro.

Se remueve debajo de mí y me obliga a que suba mi mirada a sus ojos, puedo ver la preocupación pero también la comprensión en estos.

Sé que está preocupado al igual que yo y también que comprende y sobre todo entiende lo que podría pasar.

"Amor...". Su voz provoca que un puchero se forme en mis labios y mis ojos se llenen de lágrimas. "Todo estará bien".

Sus manos toman mi rostro entre estas y sonrió levemente cuando sus labios empiezan a besar cada parte de mi rostro sacandome risillas cuando talla su recién crecida barba en mis mejillas.

Su rostro se hunde en mi cuello y carcajeo cuando muerde este.

"¿Por qué no vamos a dar una vuelta en el yate?".

"Es tarde". Respondo frunciendo el ceño.

Se encoge de hombros y le echa un vistazo a su reloj que marca las 6:02 para después ponerse de pie, enarco una de mis cejas al ver lo que trae puesto. Y él parece entender mi mirada divertida al ver su pijama en cuadros.

"Dame cinco minutos ¿está bien?". Me dice, se acerca a besar mis labios nuevamente y se aleja. "Te traeré algo para que te abrigues también y después pasaremos por nuestra hija ¿vale?".

Mi estómago da un vuelco violento antes la mención de la pequeña Anne y asiento dándole una pequeña sonrisa.

"Te amo Charles".

Y tras regalarme un guiño se marcha.

Suelto un suspiro grande cuando me siento a la orilla de la cama, me inclino a colocarme mis converse blancos y me pongo de pie buscando en el tocador una liga para el cabello.

Tal vez si es una buena idea lo de pasar la tarde/noche en el yate, me amarro mi cabello en una coleta alta y salgo de la habitación para dirigirme a la de invitados.

Los colores cálidos del sol atraviesan el cristal de la ventana por lo que es posible entrar aun sin encender la luz, me quedo parada a la mitad de la habitación cuando veo la manta gris con la que cobije a Carlos en una esquina de la cama perfectamente doblaba.

Retengo mi labio inferior en mi boca y me siento en la orilla de la cama a un lado de la manta para tomarla en mis manos.

Mis manos tiemblan cuando la tengo entre mis manos y con miedo me la llevo a la nariz.