TWO GHOSTS

capítulo 30.

Monaco, Monte-Carlo.
18/Noviembre/2021.

Lo primero que hago cuando entro a mi despacho el día Jueves es desabotonarme dos botones de la blusa de seda en color morado que he elegido para el dia de hoy, Cassie mi asistente, salvadora de mi vida y todos los halagos buenos que le podría dar a la persona que hace que mi trabajo a ¿distancia? tal vez no se desmorone entra con una enorme sonrisa en los labios.

—¡Bienvenida de nuevo jefa!

Su saludo chillante me hace sonreír, me coloco mis anteojos de pasta negra y de igual manera la saludo con entusiasmo.

Entonces, me fijo en lo que trae en las manos. La pequeña cajita transparente que guarda dentro un pastel de red velvet me hace sonreír aún más.

—Feliz cumpleaños señorita Amelia...

¿Es mi cumpleaños?

Con una tímida sonrisa extiende la pequeña cajita en mi dirección. Mi mente no tarda nada en hacer un rápido conteo de los días que pase fuera y me siento por alguna razón terriblemente mal al darme cuenta de que ni yo misma estaba consciente de que hoy es mi cumpleaños.

—Tiene que pedir un deseo.. —comenta con emoción.

Sus ojos azules parecidos a los de Kim brillan extrañamente, su sonrisa sigue resplandeciente y torpemente abre la cajita para sacar el pequeño pastelito para después proceder a encender una vela.

He estado tan ocupada con el regreso de Mallorca a Mónaco que ni siquiera se me cruzó por la mente el que mi cumpleaños era pronto, he tenido tanto trabajo atrasado y ni se diga de los dolores de cabeza que he tenido desde que cerré la puerta de mi casa en Mallorca por un tiempo indefinido nuevamente.

Anne ha estado todo el día desde ayer haciendo berrinches y de verdad no se si se deba al cambio repentino de su rutina de un dia a otro pero ahora mismo estoy segura que lo que menos quiere mi hija es verme, mucho menos cuando despertó en el avión y sus ojos no encontraron por ninguna parte a su pa..pá... supongo que el dormir días seguidos con él y de la nada dejar de verlo no era algo que esperara y sabía que por eso también me detestaba.

Y por otro lado está Charles, pensé encontrarlo en nuestro departamento pero cuando llegué me tope con la noticia de que Leclerc estaba en Maranello trabajando en el simulador. Así que he estado completamente sola en casa, he trabajado todos estos días con mis pendientes durmiendo hasta tarde y cuando hoy por la mañana me llegó el recordatorio de que tenía una presentación y entrega de planos no pude negarme a venir cuando todo lo que quería en verdad era dormir todo el día.

No he hablado casi nada con Charles, no me ha llamado ni tampoco me ha escrito como él lo hace y siendo sincera, no estaba lista para regresar al paddock a la última carrera, pero Charles está a nada de ser subcampeón del mundo y es un logro importante para mi novio así que obviamente debo de estar presente.

—No parece entusiasmada —mi asistente habla haciendo una mueca seguramente al ver que me he quedado observando fijamente al pastel sin expresión alguna.

—No me tomes importancia Cassie, agradezco el gesto pero no he dormido muy bien...

La rubia asiente, me inclino para apagar la velita de color blanco que esta sobre el pastel y por instinto llevo mi dedo indice para agarrar un poco de betun y llevarmelo a la boca, algo incomoda Cass recoge el pastel despues de eso y vuelve a colocarlo dentro de la cajita.

—¿Quieres comer conmigo?

La pregunta sale repentina de mi boca, siento que las mejillas se me ponen rojas de vergüenza ante la mirada de la chica menor que yo.