capitulo 24.

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19/Octubre/2021.

Maranello, Italia.

Mientras más pasan los días la frustración incrementa.

El estrés aumenta cada día, los problemas, malos comentarios de parte de todo el mundo y ni se diga del mal humor que a veces está presente en Charles.

Me pasó una mano por el rostro y con total cansancio sacó el teléfono de mi bolso para echarle un vistazo.

El reloj marca las 7:09 de la noche y el cansancio ya comienza a hacerse presente. Echó un rápido vistazo a mi alrededor. No tengo idea de como todo el mundo sigue teniendo bastante energía hoy después del día agotador que se vivió en la fábrica.

El montón de juntas a mi me habían causado dolores de cabeza desde el minuto uno y estaba un poco cansada sinceramente de recibir las miradas de reproche y malos comentarios a mis espaldas de parte de ingenieros.

¿Qué les importaba a ellos?

No tienen puta idea de que es lo que pasa entre Charles y yo ni mucho menos entre Carlos y yo.

Pero supongo que arruinar una carrera por culpa "mía" no es algo que los ingenieros fueran a tolerar.

Así que para calmar las aguas, la directiva de Scuderia Ferrari acompañado de ambos pilotos habían decidido ofrecer una velada amistosa para dejarle en claro al mundo que las cosas en el equipo seguían igual que siempre.

La verdad es que no era así.

Charles apenas y miraba a Carlos y yo, no me había atrevido a cruzar palabra con el español desde hace casi 10 días que fue cuando ambos se fueron uno contra el otro.

O más bien cuando Charles se fue en contra de Carlos.

Ojala pudiera decir que no deseaba hablar con el español, que no quisiera disculparme y decirle que lo sentía, cuando la verdad era que me moría por hablar con él.

Me había percatado de cómo sus ojos se desviaban a Anne cuando la veía en mis brazos, había sido consciente esta semana de su en linea en whatsapp para después ser reemplazado por escribiendo.. y finalmente desaparecer llevándose con él todo rastro de hablarme.

No quería que se alejara de mi hija.

Sabía que Anne lo anhelaba de la misma manera en la que el español la anhelaba a ella. Sabía que de alguna manera mi pequeñita estaba consciente de que existía una enorme conexión con Sainz.

Una conexión mucho más grande que yo y Charles.

Suspiro un poco cansada cuando me doy cuenta de que ya pasa de las 7:20. Los colores rosados del cielo de Maranello han desaparecido completamente dándole entrada a la noche que amenaza con ser oscura y fría.

Me acomodo mi abrigo beige y echó un vistazo a mi alrededor tratando de buscar a Anne quien tiene que estar en algún lugar de aquí con Arthur.

El jardín se ha iluminado completamente con la luz tenue que brinda el montón de focos flotantes sobre nosotros. El montón de gente que aún está presente parece ya ir bastante relajada, las camisas se han remangado, las voces se han elevado y ni se diga de las risas que se han hecho presentes ya.

—Pareces estar bastante aburrida.. —La voz de Carlos se cuela por mis oídos tomándome por sorpresa, con un tinte juguetón acompañado con otro tonito que me hace reir. —Hola perdida...

Sus caderas empujan ligeramente las mías obligando a que me haga a un lado en el sofá, sus ojos me sonríen con alegría y correspondo su saludo de la misma forma.

TWO GHOSTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora