TWO GHOSTS

capitulo 28.

07/Noviembre/2021
Mallorca, España.

Charles: ¿Dónde estás?
Charles: He estado buscandote como loco toda la mañana Amelia
Charles: ¡Mi madre ha estado buscándote!}
Charles: ¡Hasta busque a Sainz para preguntarle por ti!

Bloqueo nuevamente mi móvil y lo guardó dentro de la bolsa de mi hoodie para echarle un vistazo a Anne que va dormida en mis brazos. Echo un vistazo afuera y sonrió un poco al ver que definitivamente hace buen clima a estas horas.

Justo ahora mi vida se siente como ese capítulo de Gossip Girl donde Serena tira su móvil al cesto de basura y para ser sincera estoy cerca de hacer realidad esa escena si Charles sigue mandandome textos exigiendo respuestas.

Charles: ¿Es en serio que me dejaras en visto?
Charles: ¡Puedo apostar a que el imbécil sabe donde estás!
Charles: ¿Hice algo mal?
Charles: ¡Amelia tenemos que ir a la pista ya!

Suspiro justo en el momento en que el conductor del taxi para frente a la casa vieja en la cual hace años que no visitaba.

Siendo sincera, mis ojos pesan y estoy segura de que en cualquier momento puedo quedarme dormida. Estoy agotada, el vuelo fue horrible y para colmo de mis males estoy segura de que más reproches vendrán a mi cuando Charles se de cuenta de que volé de Sao Paulo a Madrid sin avisarle a nadie.

¡Y en clase turista!

Con una bebe exhausta que se puso a lloriquear en el instante en el que despegamos hasta que se completaron casi 2 horas. Yo también quería matarme en ese momento junto con los demás pasajeros.

El reloj marca en punto las 5 de la tarde cuando me planto frente a la puerta blanca desgastada, el tránsito como siempre en esta zona es poco y me siento algo afortunada al ver el sol resplandeciente.

La brisa no tarda mucho en adueñarse de mi cabello e inconscientemente sonrió cuando el grito que da Anne me indica que ya está despierta.

No me queda de otra más que armarme de valor e introducir la llave dentro de la chapa para permitirme entrar al lugar que llame hogar por un tiempo.

Algo nerviosa doy unos pasos y sonrió al ver que todo sigue igual que como estaba antes, no me sorprende para nada que el lugar esté resplandeciente porque puedo jurar que fue papá quien ha pagado por la limpieza estos años.

Cierro la puerta detrás de mí y algo temerosa me adentro a la casa. Los nervios pronto se hacen presentes, las manos comienzan a sudarme y una risa nerviosa sale de mi boca cuando observo las mantas dobladas sobre el sillón blanco que está frente al televisor.

Es cuestión de segundos los que tardo en quitarme los zapatos para poder sentir debajo de mis pies las frías baldosas, sin mucho cuidado dejó caer la bolsa que traigo conmigo y junto con ella mi pesada maleta.

Anne no tarda mucho en comenzar a remolinear en mis brazos y con cuidado la siento sobre el sillón para dejarla simplemente en pañal y en la pequeña blusa que trae puesta. Sus enormes ojos avellana escanean el lugar y me siento maravillada cuando el sentimiento que crece en mi interior sale a relucir al darme cuenta que en definitiva Anne está en mi lugar favorito en el mundo.

Camino con ella en mis brazos por la cocina y algo sorprendida echo un vistazo cuando me doy cuenta de que la nevera está completamente llena, hay fruta, verdura, leche, yogur y lo esencial que necesito para estar mínimo una semana aquí.

Me hago una nota mental para hablar con mi padre más tarde porque es obvio que él fue quien dio las órdenes de limpiar y ordenar todo esto.

Abro las ventanas que dan de la cocina al jardín y con una sonrisa me apresuro a abrir las puertas corredizas que dan a este, las flores están perfectas, el césped parece recién cortado y la alberca al parecer también acaba de ser limpiada.