capitulo 13.

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para @kitziavam8 por ser mi fiel lectora y por su cumpleaños 🥹💞




26/Agosto/2021.
Cora-Cora, Islas Maldivas.

Me meto un puño de papitas con sal a la boca mientras tengo los pies metidos en la alberca del lugar donde nos estamos quedando. El sol brilla con fuerza y el azul del océano nos brinda una vista increíble ofreciéndonos un espacio solo para relajación.

Me coloco los lentes de sol sobre mi cabello húmedo y sonrío para mí cuando a lo lejos observo a Charles y a Anne.

La villa en Las Maldivas es totalmente encantadora, tiene una vista espectacular a la playa y tenemos nuestra propia alberca privada.

Decido ponerme de pie e ir a seguir a mi novio quien ha sentado a Anne sobre la arena dejando que el agua cristalina le cubra apenas sus piecitos, mis pies tardan en acostumbrarse unos segundos a la arena caliente pero cuando lo hacen caminó tranquilamente hasta llegar a su lado.

Los ojos de mi novio se posan en mí y sonrió cuando llego hasta quedar a su lado, Charles no para de tomarle fotos a Anne que está vestida con un bañador blanco y en su cabecita lleva un sombrero de flores de muchos colores.

"¿Quieres que vayamos a comer algo ya?". Me dice Charles.

Le echa un vistazo seguramente a la hora en su teléfono y hace una mueca ya que estoy casi segura de que pasa de las 2 de la tarde.

"Por supuesto amor". Una sonrisa gigante se posa en sus labios y se inclina para tomar a Anne quien se ha puesto a jugar con la arena que tiene a su alrededor llenando su cuerpo de toda esta.

Enarco una de mis cejas cuando Charles hace una mueca y este me mira apenado antes de meterse con ella al agua.

Desde la orilla los observó, con una sonrisita puesta en los labios veo como Charles con sumo cuidado la detiene entre sus brazos y la aferra a su pecho cuando el ceño de mi pequeña se frunce cuando el agua los cubre a ambos.

Sus largas pestañas aletean en dirección a su papi y esté ríe mientras la apega aún más a él y besa su mejilla.

De pronto, la extraña sensación de miedo se vuelve a apoderar de mi pecho así que decido adelantarme para tomar una rápida ducha antes de que llegue. Pero en cambio, lo primero que hago cuando llego a la habitación es buscar en mi bolsa la cajetilla con cigarrillos para poder encender uno y llevarmelo con desesperación a la boca.

Dejó que el humo inunde por completo mis pulmones cuando tomó asiento en la gran hamaca que está colgada afuera de la habitación observando de nuevo a lo lejos a Anne y a Charles.

He tratado de no pensar en eso.

He tratado de sacar de mi mente lo que ocurrió y también he tratado de imaginarme que Anne es solamente mía y de Charles.

Pero es imposible. Sería imposible para mí, para mi alma y para mi pensamiento imaginarme tan solo por un momento que yo jamás estuve enamorada de Carlos.

Que mi corazón no gritaba de amor cada vez que lo veía cuando tenía 17, oh que volvió a aletear de la misma manera aquella vez que nos encontramos en Marbella donde todo comenzó.

Por supuesto que también sería imposible negarme a que cuando me aleje de él yo no seguía amándolo. Esa sería mi mentira y mi fracaso más grande.

Porque quise odiarlo, lo soñé con todo mi ser. Lo añoraba con cada fibra de mi cuerpo.

Lo intente tanto que me obligue a mi misma a desaparecer de su vida, de sus contactos, de su familia.

TWO GHOSTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora