27/Agosto/2021
Cora-Cora, Islas Maldivas.Vuelvo a observar la hora en mi teléfono que reposa pantalla abajo contra la almohada a un lado de mi cabeza.
04:55 am.
No he podido dormir absolutamente nada.
No he podido si quiera procesar todo lo que sucede esta noche, no he podido asimilar de alguna manera lo que hizo Charles al traer a Carlos aquí.
¿Por qué lo hizo?
¿Era en verdad necesario?
Lo único que he sentido ahora es un montón de emociones revueltas después de lo que Sainz me dijo. Siento mi corazón acelerado, mi sangre correr con fuerza en mis venas, y el nerviosismo invadirme de nuevo con tan solo recordar como me siento.
¿Debería de sentirme así?
¡Por supuesto que no!
Y de solo pensar en que Anne mañana o más bien en tan solo unas horas conocerá oficialmente a su padre me dan agruras, ¡más que eso! me dan ganas de vomitar.
Mis manos hormiguean cuando tomó el teléfono en mis manos nuevamente y abro el chat con la única persona que quiero creer sigue siendo capaz de entenderme a estas alturas de mi vida.
Con un suspiro algo cansado me pongo de pie, me pasó ambas manos por mi rostro y caminó hacia el ventanal que está de techo a piso, con cuidado recorro la puerta de madera corrediza y salgo afuera dispuesta a marcar el número de la que fue mi mejor amiga.
Con un suspiro de frustración me doy por vencida en la segunda vez que me manda directo al buzón, bloqueo la pantalla de mi teléfono y me dejo caer en uno de los sillones que están cerca de la alberca.
Pienso por al menos tres minutos si es correcto marcarle a Reyes, mis manos tiemblan con nervios y finalmente tecleo su nombre en mi celular.
La foto sonriente con su hijo se deja ver apenas entro a su contacto y las náuseas regresan con más fuerza.
Y sin más, le doy un click al icono del celular a un lado del nombre con el que la tengo agendada.
En mis adentros rezo para que no responda y la llamada se vaya al buzón, pero eso es totalmente lo contrario a lo que realmente sucede.
Bastan dos simples sonidos en línea para que la madre de Carlos tome la llamada y su voz desconcertada se escuche del otro lado.
"¿Alo?". Su voz da un escalofrío en mi que hasta me hace sudar y tomó una bocanada de aire antes de hablar.
"¿Re... Reyes?". Un hilo de voz sale de mis labios casi en un susurro.
"¿Lea?, ¿hija eres tú?". Me pregunta levemente y la confusión se instala en su ser al únicamente escuchar mi respirar.
No se porque estoy haciendo esto, no se porque he decidido marcarle a ella. ¿Pero qué demonio puedo hacer?
¿A quién se supone que debo acudir?
"Yo... yo no sabía a quién llamar..". Le confieso con un susurro desesperado. "Debe ser tarde en Madrid, Dios.. perdoname llamaré desp...".
"Lea". Su voz tranquila me interrumpe. "Respira cariño, ¿qué es lo que sucede?".
Con manos temblorosas sacó un cigarrillo del paquete de 20s que está ya casi por la mitad y me lo llevo a los labios. De repente me siento angustiada, me siento como la Lea antigua, como la Lea que huyó de España después de ver la imagen que le rompió el corazón en mil pedazos.
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TWO GHOSTS
FanfictionLIBRO DEL ONE SHOT -CARLOS SAINZ- Para Amelia Morgan dejar atrás todo le resulto más facil que pedir explicaciones. Pero todos sabiamos que en algun punto, en algun momento el presente la iba a alzancar. Traicion: La palabra traición se refiere al a...