El reino de New Sun está sumido en una catástrofe, con asesinatos y sacrificios que sacuden el castillo, mientras un traidor acecha entre las sombras. Rodeada por la muerte, Teodora tendrá que enfrentarse no solo a los enemigos externos, sino tambié...
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¨ Creación de Dioses y herederos. Reglas de Avalon.
El reglamento exige que el heredero de la corona sea hijo de un Dios de sangre pura. Solo de esta manera podrá reclamar el trono que le corresponde. En caso de que el Dios tenga varios hijos, el primogénito será el elegido para gobernar.
Para asumir el trono, el heredero debe realizar un ritual de sangre ante el consejo y el reino, donde absorberá la energía y el poder de su progenitor. El Dios fallece, su alma es llevada al más allá o al inframundo, mientras que su poder y conciencia se transfieren al sucesor.
Cada heredero legítimo posee un don único, compuesto por los atributos divinos de sus progenitores. Sin embargo, su dominio completo solo se alcanzará al ascender al trono; de no ser así, permanecerá como un semidiós. La principal obligación del monarca es proteger su reino y preservar su legado.
Los Dioses florecen en Avalon, pero también pueden ejercer su poder en la tierra, junto a los humanos. Si eligen permanecer en Avalon, deberán nombrar a un humano como rey en el mundo mortal. Este rey será el encargado de comunicarse con su divinidad, defender sus principios y custodiar las leyes de su creador.
Finalmente, cualquier lazo oculto con los enemigos será visto como un acto de traición. Se podrá engendrar descendencia sin importar el origen, siempre que no provenga de un enemigo. No obstante, si se formaliza un pacto de amor y matrimonio que una sus fuerzas, la infracción será perdonada.