-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio.
-No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto?
-Deberías ser más claro.
-Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...
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La extraña, así era como se sentía la pequeña niña, pero sentirse así ya era una costumbre, al menos para ella y sus hermanas, ninguna cumplía con los estándares físicos fijados a su apellido y el más notorio de ellos era su cabello, rojo.
Rosalyn no se veía como los demás Lestrange, sus rasgos eran más parecidos a los de su familia materna, los Prewett, y por si fuera poco, ella y su familia eran considerados "traidores a la sangre" generando todavía más discordia entre los miembros de su familia paterna. A Rosalyn le hubiera gustado mucho ser como su hermana mayor, Maxine, la chica de trece años era indiferente a los comentarios y pretendía no escucharlos, lo que más admiraba era el que no le afectaban.
Encajar, ese era un tema delicado.
Para muchas personas encajar en algún lugar es muy fácil, para otros es un desafío, ella no era la excepción.
Y él tampoco.
Uno de ellos intentó encajar en una familia que siempre la hizo sentir diferente.
El otro, tenía miedo de pertenecer a un lugar y lastimar a otros.
Rosalyn y Remus pueden tener muchas cosas en común, como su amor por el chocolate y a los libros Muggles, pero ¿Cuál es el paso a seguir cuando comienzas a sentir mariposas en el estómago al ver a tu mejor amigo? ¿Será ilegal el ver a tu mejor amiga como algo más?
Dos extraños pueden tener en común muchas más cosas de las que piensan, incluso, sentimientos el uno por el otro.
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