-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio.
-No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto?
-Deberías ser más claro.
-Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...
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La recién formalizada pareja se quedó un rato más en dicho jardín admirando la belleza de las plantas que se encontraban en ella, entre palabras bonitas que intercambiaban y tímidos besos el tiempo fue pasando hasta que fue hora de regresar a la casa de Rosalyn.
Iban por las calles con sus manos entrelazadas y sonrientes sin poder creer que finalmente eran una pareja.
—Se van a infartar cuando lo sepan —comentó Remus dejando un beso en la frente de la pelirroja.
—Rem, estaba pensando en algo sobre eso —habló ella y el castaño la miro con atención —, tal vez deberíamos de mantener esto un privado, no por vergüenza o algo por el estilo, solo que así no estaríamos en el foco de atención de todo el mundo.
—Si con eso estarás cómoda no tengo ningún problema —dijo el Lupin —. Escuché que Peter estaba cortejando a alguien y nadie lo sabía, así que estaríamos a mano con no contarles por ahora lo nuestro.
—No te hacía tan rencoroso.
El chico sonrió divertido.
Al llegar a la casa de la Lestrange se encontraron con Cici afuera, se acercó a ellos al verlos, su semblante era diferente a su habitual sonrisa, se notaba preocupada, sentimiento que transmitió a su hermana mayor.
—Cici ¿Qué pasó?
—James Potter acaba de llamar, dijo que algo urgente había pasado y que necesitaba que fueras a su casa, también a ti Remus.
—Gracias Cici —dijo Rosalyn entrando a la casa seguida de su novio y caminando a la chimenea —¿Podrías avisarle a mamá?
—Ya le envié una carta al Ministerio antes de que llegaran.
Tomaron los polvos flú para ir a la casa de los Potter.
—Felicidades por cierto.
Ambos miraron extrañados a la rubia.
—¡Ay por favor! —chilló restándole importancia a su descubrimiento —Tienen una cara de idiotas desde que llegaron y sus manos estaban entrelazadas, pero no se preocupen por mi, no diré nada a nadie —aseguró guiñando un ojo.
Los Gryffindor se lo agradecieron y pronunciaron su destino, en un abrir y cerrar de ojos aparecieron en la sala de los Potter, donde Fleamont Potter los esperaba. Al verlos se acercó a ellos y los saludó con un cálido abrazo, solo dijo que Sirius había llegado hace menos de una hora. Y se encontraban en la habitación del miope. En las escaleras se toparon con Euphemia, que igual los saludó emocionada pero enviándolos de inmediato al segundo piso.
Llegaron a la habitación de James, Remus fue quien abrió la puerta y dejó que Rosalyn entrara antes, cerrando la puerta detrás de él.
Sirius y James estaban en el suelo del dormitorio, sentados sobre la alfombra carmesí del de ojos avellanas. El Black parecía haber vivido algo espantoso, se veía consternado y alrededor se sus ojos el color rojo resaltaba.
