-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio.
-No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto?
-Deberías ser más claro.
-Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...
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Cuando los padres de Rose y los padres de Remus se enteraron de la relación entre sus hijos enviaron cartas felicitándolos pero Lowell envió una escondidas de su esposa amenazando al chico en caso de hacerle daño a su pequeña niña. Maxine se puso extremadamente feliz al darse cuenta según lo que Ed le dijo a Rosalyn en su carta; los Potter también, al ver la carta de la madre de James declarando que se encontraba demasiado contenta por que al final aceptaran su relación, pero también estaba emocionada por la relación de su hijo con la Lily Evans de la que tanto hablaba.
Rosalyn iba de camino al baño de prefectos después de haber terminado una de sus lecciones con Madame Pomfrey ayudándola a curar la herida de un Hufflepuff de segundo año mientras entrenaba para el próximo partido, esta vez la enfermera le permitió encargarse por si sola del chico y al final supervisó que todo se encontrara en orden. Hace apenas una semana había ocurrido la última luna llena, Remus ya se encontraba recuperado, desde que lograron transformarse en animagos notaron que en su compañía el castaño se hacía menos daño que cuando pasaba sus transformaciones solo; últimamente habían comenzado a merodear por Hogsmade.
Apenas llegó al baño exhaló y contempló la bañera llena de agua. Tomó el traje de baño que llevaba en su maleta y se cambió por el, las sales de baño eran el deleite del lugar, Rose prefería una con olor a Manzanilla, así que fue hasta el frasco que la contenía y puso un poco de ella en el agua. El baño de prefectos se encontraba solo; con cuidado entró a la enorme bañera sintiendo como sus músculos se relajaban.
—Es un buen lugar para relajarse.
—Hace tiempo no te veía Myrtle —dijo Rosalyn con los ojos cerrados.
—A nadie le importa si estoy en un lugar o no, lo mismo pasaba cuando estaba viva.
El fantasma revoloteaba sobre el agua en círculos.
—Lástima que no pueda oler esas sales, es algo que me gustaría mucho poder hacer.
—Si quieres saber, son bastante buenas.
—Casi como quienes vienen aquí, el otro día Sirius Black se escabulló y vino aquí un largo rato, el agua se estaba quedando ya sin espuma y él no traía nada encima.
—Myrtle, suficientes explicaciones, ¿Acaso vienes aquí a espiar a todos?
—Necesito ocupar mi tiempo en algo, tantos años muerta y siempre en el mismo lugar no son muy agradables.
—¿Y venir aquí a espiar a los chicos desnudos si lo es?
El fantasma hizo un ademán restándole importancia.
—¿Otra vez aquí Myrtle?
Remus acababa de entrar al baño de prefectos, llevaba su toalla sobre uno de sus hombros.
—Oh, Lupin, ¿Viniste a verme? ¿Gustas tomar un baño? —dijo en tono coqueto e intentando imitar una de las poses de la sirena.
—Myrtle, no tengo nada en tu contra pero si sigues mirando a Rem de esa forma voy a lanzarte uno de los jabones a la cabeza.
