Las semanas siguientes pasaron con velocidad, según Genevieve eso ocurría cuando se está feliz. El desayuno en el Gran Comedor era tranquilo, por alguna razón desconocida los Merodeadores no habían hecho broma alguna en tres días consecutivos, los profesores y los demás estudiantes comenzaban a pensar si los Gryffindor se encontraban enfermos.
—Definitivamente pasa algo raro aquí —anunció Mary a sus amigas —Hay demasiado silencio, Rose, deberías de averiguar si les sucedió algo.
—Estoy casi segura de que la profesora McGonagall te preguntará si sabes algo acerca de ellos —Marlene comía un plato de cereales, a diferencia de los demás de leones la rubia estaba serena.
Las puertas del Gran Comedor se abrieron y entraron los Merodeadores, todo el mundo los miraba cautelosos, pero ellos se sentaron, solo hablaban entre ellos.
—¿Me alcanzas esa manzana? —pidió James a Rosalyn.
—Buenos días para ti también, Potter —contestó ella extendiéndole la manzana.
El miope sonrío tímido, algo no típico de él. James Potter era muchas cosas menos una persona tímida.
—Muy bien, ¿Qué pasa con ustedes? —preguntó de repente la pelirroja provocando que Potter la mirara con cuidado —Han estado actuando de una forma muy extraña en los últimos días.
James le hizo una seña para que dejara de hablar.
—Remus está de muy mal humor —El castaño estaba comiendo tostadas en completo silencio.
—¿Y le han preguntado el por qué?
—Se enoja molesta por la más mínima cosa, así que evitamos hacer algo que le enoje —explicó James.
—¿Qué? —Preguntó Peter a Remus, el último lo miraba como si quisiera asesinarlo.
La atención de los Merodeadores, las pelirrojas, Marlenne y Mary se encontraba en el castaño.
—Haces ruidos cuando comes —respondió Remus con un tono seco. Nada habitual en él.
—L-L-Lo s-sien-to —tartamudeó Peter.
—Relájate Remus —aconsejó Sirius, James lo miró como si acabara de insinuarsele a Lily.
El de ojos chocolates dejó con fuerza el vaso del que estaba tomando jugo de naranja sobre la mesa, Peter chilló y James se llevó la mano al rostro, era claro que Sirius acababa de desatar un problema.
—Aquí es donde huyes para salvar tu vida —susurró MacKinnon a Black, pero quien salió corriendo fue en realidad Peter —Cobarde —murmuró Marlenne.
Remus se levantó de su lugar dispuesto a irse.
—No lo dije para que te molestaras Lupin —dijo Sirius.
El castaño se detuvo en seco y volteó para ver al ojigris de soslayo.
—¡Sólo cállate Sirius! —regañó Mary.
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ACENDRADO - REMUS LUPIN
Fanfiction-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio. -No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto? -Deberías ser más claro. -Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...