CAPITULO 28

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Esa mañana Rosalyn despertó más temprano que de costumbre, era el cumpleaños de Sirius y tenía ya su regalo listo, las chicas seguían dormidas, quería darle su regalo cuanto antes

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Esa mañana Rosalyn despertó más temprano que de costumbre, era el cumpleaños de Sirius y tenía ya su regalo listo, las chicas seguían dormidas, quería darle su regalo cuanto antes.

—¿Quieres que vaya contigo? —preguntó Dess, que había dormido ahí la noche anterior por una pijamada —Por si cierta persona intenta acercarse a ti —. Explicó haciendo referencia a Remus.

—¿Es eso o quieres ver a Sirius?

—Bueno, puede ser, también tengo mi regalo.

—De acuerdo, vamos.

Los días posteriores fueron un completo asco. Rosalyn se la había pasado llorando casi todas las noches, intentaba hacerlo en silencio o a solas pero sus amigas se daban cuenta y eso la hacía sentir culpable. Los merodeadores también la estaban pasando mal, les dolía ver la situación en la que se encontraban sus mejores amigos, la pelirroja decía que estaba bien, pero sus ojos la delataban. Remus había intentado hablar con ella, pero ella lo evitaba al máximo, al verlo desviaba la mirada o se perdía entre los corredores. Rosalyn detestaba verse débil, odiaba darle el gusto a Dina y Remus de que vieran que lo que le hicieron le dolió.

Llegó a la habitación de los chicos acompañada de Dess y Lily, la última se encontraba ya arreglada e insistió en ir con ellas. La habitación era un desastre, Dess jamás había estado en la habitación de los Merodeadores. Los chicos ya se encontraban despiertos, Sirius reía por algo que James acababa de decir, Colagusano estaba sentado en el suelo comiendo una golosina. Al ver a las chicas James las saludó muy animado, él y Lily intercambiaron una sonrisa y un beso en la mejilla, evitaban muestras de afecto al ver que sus amigos la pasaban mal, un acto de misericordia.

—¡Feliz cumpleaños Canuto! —felicitó Rosalyn al Black acercándose a él y dándole un abrazo.

Para Sirius y los otros dos fue una sorpresa ver a la pelirroja Lestrange en su habitación, pues desde lo ocurrido se había rehusado a poner un pie en ella al no querer ver a Remus ni en pintura.

—¡Vesper! —respondió emocionado —¡Te extrañé tanto! Cornamenta y Colagusano no son tan divertidos como tu —añadió y los mencionados se mostraron indignados —¡Lily, Alicent, que sopresa!

—¡Serás desgraciado! —riñó James.

—Como sea —dijo restándole importancia a James —¿Vendrán a la fiesta verdad?

Dess y Lily miraron a Rose esperando una respuesta.

—Por supuesto, es tú día —respondió la ojiverde —No te haces mayor de edad todos los días.

—¡Gracias! Hasta el condenado de Regulus me envió un regalo ¿Increíble no? 

Desdémona sonrió, ella tenía algo que ver en eso.

La puerta del baño, que estaba cerrada desde que entraron se abrió, Remus salía vestido, se detuvo al ver a Rosalyn en la habitación. Por un momento se sintió como si todos dejaran de respirar y la tensión se podía cortar con un cuchillo de mantequilla.

ACENDRADO - REMUS LUPINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora