CAPITULO 1

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"Corvus oculum corvi non eruit"

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"Corvus oculum corvi non eruit"


La familia Lestrange podía describirse como particular. Una antigua familia Sangre Pura proveniente de Francia y que con el pasar de los años estableció ramas en Gran Bretaña. 

Del matrimonio de Fenil y Riana Lestrange nacieron dos hijos: Rodolphus y Lowell Lestrange, los dos hermanos fueron por completo diferentes comenzando por su apariencia; mientras que Rodolphus tenía cabello y ojos oscuros al igual que su padre, Lowell heredó el cabello rubio y ojos claros de su madre, al igual que sus creencias. Para la hermosa Riana Lestrange casarse con un Sangre Pura solo fue una casualidad, pues ella amaba a Fenil antes que a su sangre. Sin embargo Fenil amó primero el linaje de pureza de su esposa antes que a ella misma. 

Al crecer la diferencia entre los hermanos fue más notoria, Rodolphus fue enviado a Slytherin y Lowell a Ravenclaw. Los puntos de vista, creencias, ideales entre otros generaron el distanciamiento de los dos hermanos, al punto de que Lowell fue declarado un "Traidor a la Sangre". Al terminar sus estudios en Hogwarts, el repudiado Lowell se casó con Genevieve Prewett, años después comenzaron a formar su propia familia, alejada de ideas de supremacía.

Maxine, su primogénita, Rosalyn, su segunda hija y Elizabeth, la más pequeña; las tres hijas del matrimonio. Al igual que su padre, ninguna de ellas heredó los rasgos de la familia Lestrange, las dos mayores eran pelirrojas, como su madre y la menor rubia, como su padre. Los rasgos de sus hijas siempre fueron criticados duramente por los demás Lestrange y a raíz de los ideales de Lowell, Fenil no consideraba a las niñas de su familia, a sus ojos, eran hijas de un par de traidores.

Maxine estaba a punto de cursar su cuarto año en Hogwarts, y Rosalyn esperaba ansiosa su carta para comenzar su primer año, según sus cálculos, la carta llegaría pronto, cada día esperaba frente a la ventana la llegada de su lechuza, y ese día no fue la excepción.

—Rose, con estar pegada la ventana no vas a hacer que la lechuza llegue pronto —llamó su madre desde la puerta de su habitación.

La pequeña pelirroja sonrió en dirección a su madre con las mejillas sonrojadas.

—¿No crees que ya se tardó demasiado? 

Genevieve rodó los ojos y se acercó a su hija.

—Creo que en realidad tu fuiste quien se tardó en abrir la ventana.

Rosalyn miró extrañada a su madre.

Genevieve sonrió y puso un sobre en las manos de su hija.

—Llegó mientras dormías.

Rosalyn abrió los ojos por la sorpresa y comenzó a saltar por toda la habitación.

—¡Max! —llamó Rosalyn.

Su hermana mayor apareció pronto.

—Veo que ya te diste cuenta —comentó refiriéndose a la carta —Ahora ya puedes dejarnos dormir en paz.

ACENDRADO - REMUS LUPINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora