-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio.
-No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto?
-Deberías ser más claro.
-Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...
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Faltaban cinco días para que el nuevo curso comenzara en Hogwarts, ese día se celebraría una reunión entre las familias de Sangre Pura, la familia de Rosalyn no asistiría, ninguno se encontraba de humor, Genevieve pensó en enviarle una carta a su suegro diciendo que estaban enfermos —cosa que no era cierta —pero su esposo se le adelantó enviandole una carta a Fenil diciendole que simplemente ese día no les venía en gana ir a aparentar llevarse bien con personas como ellos, que sería en otra oportunidad y que agradecía la invitación. La mujer reprendió a su esposo por su carta tan directa, pero a Lowell no le interesaba la opinión de su padre. Por eso en su lugar, esa sería una noche en familia. Irían a caminar por los alrededores y a comer algo, sería entonces una despedida para sus hijas. Rosalyn ya se encontraba lista para salir, al ver el reloj encontró que eran las seis de la tarde, mientras Max terminaba de arreglarse fue hasta la cocina y se sentó en el comedor.
—Hay mejores formas de negarse a asistir a un evento —dijo Genevieve a su esposo —me sorprende que no haya enviado un vociferador insultandonos.
—Por él mejor que no estemos allá —respondió Lowell —¿Desde cuando a mi esposa le interesa lo que el engreído de mi padre pueda pensar? Años atrás dirias algo como: «Pueden irse al diablo él y sus estúpidas creencias»
—¡Lowell! —exclamó Genevieve señalando a Rose.
—Cariño, ya habíamos tenido esta conversación antes, recuerda que no debes hacer caso de ciertas palabras que decimos los adultos —dijo el Lestrange a su hija para apaciguar a su esposa que estaba fulminandolo con la mirada.
—Ya tengo trece años papá, escucharé palabras como esas y algunas peores en otros lugares, no te preocupes por mi.
—¿Los ves, amor? —dijo Lowell —Rose lo entiende.
—Eso no es excusa —respondió Genevieve a las excusas.
—Mamá, papá —llamó Beck — creo que algo malo está pasando —dijo entrando a la cocina.
—¿Estás bien? —preguntó Lowell acercandose a su hija mayor.
—¿Qué pasó Max? —averiguó su madre acercandose a la primógenita revisandola.
—Narcissa Black, acaba de enviarme una carta, dice que Andy te necesita —habló Max a su madre, Genevieve miró confundida a su esposo.
Genevieve pareció entender algo.
—¡Maldición! —susurró la mujer —No puede ser eso —dijo en voz baja.
—¿Sucede qué? —preguntó Rosalyn a su madre.
En ese momento entró una lechuza a la casa, una que solo habían visto pocas veces. Llevaba una carta con ella. Genevieve tomó la carta y la leyó con ansiedad. Lowell se acercó para ver de que se trataba, al terminar de leerla miró a su esposa con los ojos bien abiertos.
—Geannie...
—Tengo que ir por ella —dijo Genevieve —abrochando su abrigo con prisa.
—¡¿Y piensas que voy a dejar que vayas sola?! —exclamó Lowell imitando la acción de su esposa.
