-La conocemos desde los once años -dijo Peter como si fuera obvio.
-No me refiero a eso -. Explicó Remus -Lo que quiero decir es ¿Enserio la han visto?
-Deberías ser más claro.
-Es Rosalyn, es divertida, inteligente, fuerte, valiente; y sus ojos, e...
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Después de ese enfrentamiento entre Rosalyn y Snape los Merodeadores "vengaron" a su amiga, así que idearon bromas bastante pesadas para el Slytherin, incluso Remus participó y fue la mente maestras detrás de varias de ellas, fueron castigados dos semanas por la profesora McGonagall pero dijeron que valió la pena.
Las peleas entre la Evans y el pelinegro no desaparecieron, tampoco los intentos de James por conseguir una cita con ella. Por petición del Potter, Rose había intentado convencerla para que accediera a siquiera una sola cita. Muy explícitamente Lily dejó claro que prefería lanzarse de la Torre de Astronomía.
Los TIMO's estaban a la vuelta de la esquina, así que el castillo entero era una locura para los de quinto año. Rosalyn jamás había visto a Peter leer tan rápido en cinco años, sus uñas casi habían desaparecido al devorarlas mientras estudiaba. James y Sirius se veían relajados, eran bromistas, pero muy buenos estudiantes.
Remus, Lily y Rosalyn se reunían constantemente en la biblioteca para estudiar, empezaron a hacerlo siete meses antes de que se diera inicio a ellos, por lo que iban bastante adelantados, con todo lo que habían leído sabían que estaban más que preparados, practicaron entre ellos, el castaño practicaba el encantamiento convocador.
—Ya lo tienes dominado Remus, lo harás bien —dijo Lily al chico.
—Accio —el jarrón de la Sala Común voló hacia el. Lily aplaudió sonriente.
—¿Y si me piden traer algo más grande?
Rose rodó los ojos y cerró el libro.
—Repites las mismas palabras —respondió la Lestrange con obviedad. Se levantó para dejar el libro sobre la mesa y estirar un poco.
Lily y Remus se miraron como si tramaran algo.
«Hazlo» leyó el castaño en los labios de Lily.
—Accio Rosalyn —dijo el chico.
Rosalyn jadeó de la sorpresa al sentir como si algo tirara de ella. Cruzó la Sala Común como si una cuerda la jalara a Remus, se detuvo terminando en los brazos del chico. Al notar la cercanía rio de los nervios.
Lily bajó el rostro para que no vieran su sonrisa o de lo contrario delataría a su mejor amiga.
—¿Los dejamos solos? —Sirius entraba a la Sala Común acompañado de James. Peter estaba en el dormitorio en crisis estudiando.
La postura tranquila de Lily se esfumó.
—No deberían de estar fuera de la Sala Común a esta hora —comentó señalando el reloj.
—¡No seas aguafiestas Evans! —pidió Sirius dejándose caer sobre el sillón frente a la chimenea.
—Concuerdo, Lily-flor, ¿Qué te parece relajarte mientras vamos a comer algo en las cocinas? —insinuó James sonriendo como un tonto a la chica que lo traía loco desde hace años.
