Capitulo 9

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Algunas semanas habían pasado, Joseph y yo nos volvimos más unidos,  evidentemente por el trabajo estaba siempre con el, pero fuera de el trabajo también pasábamos tiempo juntos, en algunas ocasiones el se quedaba en mi departamento e incluso yo me quedaba en el suyo, pasábamos el tiempo viendo películas, jugando e incluso en algún momento volvimos a besarnos, pero nada más eso, unos cuantos besos y ya. Notaba que Joseph evadida esos momentos, ambos sabíamos la tensión que existía entre nosotros, aquella necesidad que  ansiábamos por llenar, pero ninguno se atrevía a dar ese paso.

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Hoy fue un día muy agotador, la asistente de Maya (Daisy)no pudo asistir, así que tuve que cubrirla, todo el día corría por cosas para Maya y enseguida otra para Joseph. Dios me mataban los pies. Afortunadamente la hora de salida había llegado.
Me dirigí al camerino de Joseph para acomodar un poco el desgaste de ese hombre.
Al entrar, vaya que si era un desastre.

Kate : Pareces un remolino Quinn - Dije aún sabiendo que el no estaba ahí. Mi pequeño lado mexicano me hizo reír ante mi comentario, era un doble sentido bastante lindo.

Estaba apunto de terminar cuando Joseph entro.

Joseph : Hola... - Al escucharlo gire para poder verlo. - Diablos Kate, te ves fatal.

Kate : Que dulce eres, gracias - Dije de forma dramática mientras recogía una prenda del suelo.

Joseph : Jaja, vamos deja eso, yo termino, mientras recueste un poco - Dijo señalando la pequeña cama.

Kate : Es mi trabajo Joe, tengo que hacerlo, a demás ya casi termino.

Joseph : Vamos Kate. - Me tomo de la cintura y me llevo hasta la pequeña cama del rincón. - Bien, tu te quedas aquí.

Kate : Pero Joe

Joseph : Ningún pero, también soy tu jefe recuerdas? Así que quiero que te quedes ahí, entendido? - Asentí

Carajo. Desde cuando me gusta ser sumisa?
Su voz es tan seductora y ese acento que tiene me deja paralizada, y es que esa forma de decirme que hacer me hacía estremecer, era como si supiera perfectamente mi punto débil.
No podía evitar mirarlo como una boba.

Joseph : Que tanto miras ? - Su voz me saco de mis pensamientos.

Kate : A ti

Joseph : A mi?, Y por qué? - Dios, su mirada.... era como si viera todo mi interior.

Kate : Por qué te ves muy lindo cuando estás concentrado

Joseph se acercaba poco a poco a mi.
Su tic se hizo presente una vez más. Y es que aún sin hacer nada este hombre es tan seductor.

Joseph : Te parezco lindo he?

Se detuvo justo enfrente de mi, mi corazón empezó a latir muy rápido, mi respiración se agitó y pude sentir como mi intimidad se humedeció.

Kate : Más bien... sexi - Susurré

Joseph : Dilo más fuerte. - Su voz ahora era ronca, demandante, y mi entrepierna se humedeció aún más, pude sentir unas pequeñas palpitaciones en ella, sabía que lo deseaba.

Kate : Diablos Joseph eres jodidamente sexy - Pude decirlo alto para que pueda escuchar con claridad.

En un segundo Joseph ya me estaba besando, estábamos llenos de deseo, en un movimiento hábil cambiamos de posición, Joseph estaba sentado en la orilla de la cama y yo estaba a horcajadas en el, sus manos recorrían desde mi espalda hasta mi trasero, yo solo movía mi cintura en círculos, podía sentir su creciente erección en medio de mi intimidad, Joseph se separó de mi boca y me miró jadeante.

En Tus Brazos (+18) // Joseph QuinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora