Tangerine Oneshots (Bullet Train)

Baño de hombres

Prólogo: Estás en una misión con los gemelos, y Tangerine y tu no dejan de coquetear.

Word count: 887
Advertencia: Descripción de asesinato, muerte.

-jackless
Aquí tu alias será "Cherry", pero si les gustaría otro, pueden cambiarlo.

–Okey chicos, ya estoy aquí.–Les dijiste por tu comunicador entrando en el gran salón donde se estaba llevando a cabo la fiesta.

–Mierda... pero que hermosa te ves hoy  Cherry. El color de tu vestido definitivamente le hace honor a tu nombre.–Te dijo Tangerine a través de su comunicador viéndote desde el segundo piso, apoyado en la baranda para ver hacia el salón.–Aunque debo admitir que te verías mucho mejor sin él.

Llevabas puesto un vestido color cereza, largo y ajustado que dejaba ver tu espalda, una máscara que cubría la zona de tus ojos necesaria para la fiesta que le combinaba al vestido. Tu cabello estaba recogido y llevabas un collar con un adorno de cereza, aretes y un brazalete que combinaban.

–Me alegro que te guste, yo le ayudé a escoger ese vestido. Y no, no se lo va a quitar.–Dijo Lemon desde los comunicadores, paseándose por el salón vestido de camarero y con una bandeja con copas de champaña en ella, acercándose a ti.–Claramente soy el que mejor gusto tiene de ropa de mujer.

Tomaste una copa y le diste las gracias antes de que se alejara de ti a otro lado del gran salón.

–Claro que no. ¿O acaso ya no recuerdas la misión en Ámsterdam? ¿Ese traje que escogí para ella para seducir a ese político y después matarlo?–Reclamó moviéndose en el segundo piso a otro lado junto a la baranda para tener una vista clara de todos los invitados.

–Apuesto que te hubiese gustado ser tu ese político para así tener tus manos en mi.–Dijiste con una sonrisa pícara, bebiendo de tu copa a la vez que te acercabas a una mesa con bocadillos.

–Oh créeme, Cherry. Siempre quiero tener mis manos en ti.–Coqueteó de vuelta, viéndote fijamente a los ojos desde donde estabas en el primer piso.

–No sé si lo notaron, par de hornos andantes, pero sigo aquí.

–Lo siento, Lemon. Pero es difícil resistirse con un hombre como él aquí.–Respondiste bebiendo de tu copa.

–¿Así que resulta ser que ahora sí soy tu tipo?–Te preguntó con una sonrisa arrogante.

–Oh no, no lo eres. Pero debo admitir que eres muy guapo.–Reíste ligeramente, saludando unas personas que alzaron sus copas hacia ti.

–Esto es una tortura.–Se quejó Lemon entrando en la cocina.

–Tengo al objetivo en la mira. Se dirige hacia los baños, voy a seguirlo.–Dijiste a través de los comunicadores con un tono de voz más serio, observando al hombre que debían asesinar caminar hacia el área de los baños.

Caminaste hacia un pasillo alejado de la fiesta y viste al hombre entrar a los baños de hombre.

Te aseguraste de que no hubiera nadie a los alrededores y abriste la puerta.

Cuando entraste, el hombre estaba al lado izquierdo en los urinarios.

–El baño de mujeres está frente a ésta puerta, perra.–Te dijo viendo hacia ti rápidamente, claramente ebrio y tambaleándose, para luego volver a lo que estaba haciendo.

–Lo sé, pero no hay nada de mi interés ahí, perra.–Le dijiste con una sonrisa antes de sacar tu arma del pequeño cinturón en tu pierna derecha, y apuntaste hacia él con el silenciador puesto.

Apretaste del gatillo y la bala impactó en su cabeza, haciendo que cayera apoyando la espalda en la pared junto a él y se deslizará hasta quedar sentado en el piso.

Disparaste dos veces más para asegurarte de que realmente había muerto, y Tangerine y Lemon entraron en el baño, cerrando la puerta con el seguro detrás de ellos.

–Uuuh... no me gustaría estar en su lugar ahora mismo.–Dijo Lemon al ver que una bala había impactado en su miembro que había quedado fuera de sus pantalones, acercándose a ti donde estabas de pie frente a él y se agachó junto al hombre.

–La tenía chica de todos modos.–Te encogiste de hombros, levantando un poco el corte en tu vestido para así guardar tu arma de vuelta en su lugar.

–A diferencia de mi que la tengo grande.–Dijo Tangerine con una sonrisa arrogante y cruzándose se brazos, provocando que Lemon se volteara a verle disgustado.

–¡Eso es asqueroso! No quiero saber de qué tamaño la tienes.–Se quejó poniéndose de pie.

–No puedo creer nada hasta que no lo vea con mi propios ojos.–Le dijiste con una sonrisa, pasando tu dedo índice por su barbilla, para luego caminar hacia la puerta y abrir.–Que disfruten de la limpieza, caballeros. Hay unos bocadillos que me muero probar.

Tangerine se quedó viendo con una sonrisa la puerta, mientras Lemon le observaba con expresión cansada de sus coqueteos.

–¿Ahora qué miras con esa cara de burro?–Le preguntó Tangerine, su expresión cambiando a una completamente seria.

–Enserio hermano. ¿Cuándo mierda van a dejarse de tanto desmadre y van a coger de una buena vez?

–Eso no te incumbe.–Rodó los ojos acercándose al cuerpo.–Y ya mejor nos apresuramos antes de que alguien venga.–Dijo levantando el cuerpo por detrás de los brazos, mientras Lemon le tomaba de las piernas.