Casados de mentira

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Prólogo: Tangerine y tu fingen ser una pareja casada durante un evento para cubrir su misión.

Word count: 810

Advertencia: secuestro, uso de somníferos.
T/A = Alias.

–Sigo sin entender porqué putas hacemos esto. Pudimos haber entrado, matarla y ya.–Se quejó Tangerine, rodando los ojos y tomando un sorbo de su copa de champaña.

–¿Qué acaso no te gusta estar casado conmigo?–Le preguntaste con una sonrisa arrogante, bebiendo de tu copa y viéndole fijamente.

Ambos estaban junto a una mesa, de pie y viendo alrededor del salón donde estaban.

Habían tenido que infiltrarse y pasar desapercibidos en una gala donde estaban espiando a una mujer con mucho dinero y a la cual les enviaron a secuestrar.

Sabes muy bien que es para secuestrarla. Nosotros entregamos el paquete y nada más, no tenemos que matarla, o al menos no todavía. Era más creíble si T/A y tu iban y le hacían de pareja en lugar de que fuera yo.–Le dijo Lemon desde los comunicadores donde estaba en una camioneta a las afueras del edificio.

–En el fondo sabes que te gusto, Tan. No mientas.–Le dijiste con una sonrisa pícara, apoyando ambos brazos en la mesa e inclinándote hacia adelante en su dirección.

–Tu de verdad quieres que me empiece a dar putos topes contra la puta pared en éste puto momento, ¿verdad?–Te dijo seriamente e inclinándose también hasta el punto en que sus rostros estaban a centímetros.

–Sí lo hicieras, todos te quedarían viendo como si te faltara un tornillo. Lo cual es verdad, pero lo sabes disimular.

–A la única que le falta toda la puta ferretería es a ti.–Te respondió de vuelta igual de serio.

Ambos se quedaron viendo por unos segundos, hasta que te acercaste y dejaste un rápido beso en sus labios haciendo que se alejara y pasara su mano por su boca.

–Nuestro objetivo se dirige hacia la parte de atrás, el somnífero está haciendo efecto.–Dijiste por los comunicadores, caminando hacia donde se iba la mujer mientras Tangerine seguía limpiando su boca y te seguía.

–Que puto asco. Me manchaste con tu labial.–Se quejó caminando a tu lado por el largo pasillo hacia donde la mujer se iba tambaleando.

–Sabes que te gustó. Además, es sabor cereza, tu favorito.–Le guiñaste un ojo antes de acercarte donde la mujer estaba apoyada contra la pared y la tomaste en tus brazos una vez se desmayó.

Tangerine rodó los ojos y se aseguró de que nadie viniera por detrás y que las cámaras siguieran desactivadas, para luego abrir las puertas y así pudieras pasar.

Ambos caminaron hasta donde había una furgoneta donde Tangerine dio un par golpes en la parte de atrás y Lemon abrió las puertas.

Dejaste a la mujer ahí y Lemon ató sus manos y pies y luego puso algo en su boca mientras Tangerine y tu se daban la vuelta para subir a la furgoneta.

Lemon se sentó en el asiento del conductor, tu en medio y Tangerine en el otro lado.

–Ya tenemos el paquete, ahora solo queda entregarlo.–Les dijiste desarmando tu peinado para soltar tu cabello.

–¿Sí te gustó el beso, mi hermano?–Le preguntó Lemon encendiendo la furgoneta con una pequeña sonrisa pícara.

–Les juro que me voy a lanzar a la puta carretera si no cierran sus pinches hocicos.–Dijo Tangerine pasando una mano por su frente.

–Yo no dije nada ésta vez.–Le dijiste escongiéndote de hombros.–Aunque sabes que te gustó.

–Yo también creo lo mismo. ¿Usaste el labial que te compré?–Te preguntó Lemon mientras conducía.

–Sí que si.

–¿Tú compraste el puto labial?–Preguntó Tangerine irritado.

–Obvio. Soy el que mejor gusto tiene.

–Ustedes dos son un puto dolor de cabeza.–Se quejó pasando ambas manos por su rostro.

–Ay cariño ya, no seas un cascarrabias o te van a aparecer líneas en el rostro.–Le dijiste cambiando ligeramente tu voz para apretar su mejilla.

Tangerine le dio un suave golpe a tu mano y se cruzó de brazos para ver hacia fuera.

–Pareces niño chiquito.–Dijo Lemon tratando de contener la risa.

–Se ve lindo como niño chiquito.–Le dijiste con una sonrisa.

Tangerine rodó los ojos sin decir nada, tratando de concentrarse en el camino.

(.....)

Lemon llevaba conduciendo bastante tiempo, hasta que en un momento cuando iba a una velocidad más baja y por la carretera sin nadie alrededor, se volteó hacia su lado para verlos a Tangerine y tu durmiendo.

Él tenía su cabeza y cuerpo apoyado en la puerta a su lado y tu estabas durmiendo con tu cabeza en su pecho mientras él te abrazaba con su brazo.

–Estos dos están hechos el uno para el otro. Pero a veces son tan pendejos.–Soltó un pequeño suspiro sacando su teléfono para tomar una foto, y luego guardarlo para seguir conduciendo.

Tangerine Oneshots (Bullet Train)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora