Tangerine Oneshots (Bullet Train)

Aniversario en Grecia

Prólogo: Tangerine, Lemon y tu están en una misión, mientras que a la vez planeas tu aniversario con tu esposo.

Word count: 1085

addisonlanoviadefred
Advertencia: menciones de sangre, disparos, tortura, muerte, final triste.

T/A = Tú Alias.

–¿T/A dónde estás?–Preguntó Tangerine a través de su comunicador, caminando con su arma en mano por la fábrica a la que se habían infiltrado para asesinar a unos tipos de una triada o algo así que les envió su jefe y recuperar información confidencial.

–Un poco lejos tal vez. Encontré el maletín con los archivos que nos enviaron a recuperar.–Le dijiste casi susurrando desde el otro lado.

–¿Cuantas personas hay ahí?–Te preguntó Tangerine sacando un cigarro de su bolsillo para encenderlo.

–Ehhh... cuento al menos unos cinco, nada que no pueda manejar, cariño.–Le dijiste mientras Tangerine prácticamente podía imaginarse tu sonrisa, provocando que rodara los ojos sonriendo para sí mismo.

–Según la ubicación de tu teléfono estoy cerca de ti. Quédate en tu posición y así recuperamos el maletín juntos.–Dijo Lemon mientras Tangerine seguía caminando viendo su teléfono hacia la dirección en la que estabas.

–¿Sabes querida? Estaba pensando que para nuestro aniversario podíamos comprar boletos e irnos a Grecia.–Te dijo Tangerine mientras seguía caminando.–Con el pago de éste trabajo, nos compraríamos pasajes en primera clase, y así luego puedo verte en bikini todo el día todos los días de toda la puta semana en las putas playas paradisíacas.

–¿Ah si? ¿Quieres verme en bikini con la puta cicatriz de mi espalda?–Reíste ligeramente mientras se escuchaba como si te estuvieras moviendo.

–Esa cicatriz te hace ver muy sexy, lo comprobamos hace una semana con esa lencería que te obsequié.–Te dijo sin dejar de sonreír y escuchándote reír ligeramente del otro lado.

–A veces ustedes dos me dan asco. ¿No podrían hablar de esto en otro momento? Ni si quiera es como que fueran invitar a Grecia a—

–¡¡¡MIERDA!!!–Escucharon ambos hombres a través del comunicador, junto con una serie de disparos.

–¡¿T/A?!–Gritó Tangerine botando el cigarro y corriendo hacia donde estabas.

–¡T/A RESPONDE!–Escuchó a Lemon decir mientras se le oía correr.

–¡Estos putos me encontraron! Tangerine no creo que pueda salir de aquí.–Te escuchó decir agitada y tu voz quebrándose al final.

–¡No T/A! ¡Tienes que salir de ahí como sea! ¡Sí tienes que abrir un puto agujero en la puta pared, lo hace puta madre! ¡¿Me escuchaste?!–Te gritó mientras corría lo más rápido que podía, su corazón latiendo en su pecho como si se le fuera a salir y la adrenalina al máximo.

–Tan no voy a poder salir de aquí... lo siento mucho. Solo quiero que sepas—

–¡QUE VAS A SALIR PUTA MADRE! ¡T/A NO TERMINES ESA PUTA FRASE! ¡Me lo dices cuando nos veamos! ¡¿está bien?!–Gritó desesperado abriendo una puerta y corriendo por un largo pasillo.

–Por favor, Tan... ¡Mierda! Lemon escucha, cuida de él, ¿si? No dejes que haga ninguna tontería.–Te escuchó hablar con voz suave y de fondo el como tu arma ya no tenía balas.

–¡T/A voy hacia ti! ¡Todo va a estar bien!–Dijo Lemon igual de desesperado.

–Tan, recuerda, yo te a—. Tu frase fue interrumpida por el sonido de algo afilado cortando algo, y acto seguido tu ahogándote y liquido chorreando en gran cantidad.

–No...–Susurró Tangerine con voz temblorosa, deteniéndose por un segundo para luego correr con aún más velocidad si era posible.

Finalmente llegó a una última puerta y vio a los cinco hombres que habías mencionado antes, muertos en el suelo con disparos en sus cabezas, y Lemon a tu lado desesperado tratando de detener la sangre que salía de tu garganta que había sido coratada.

Tangerine pudo sentir un fuerte dolor en el pecho viendo la escena, y se apresuró a tu lado para arrodillarse junto a ti, dejando su arma a un lado.

–No... no T/A no me hagas esto por favor... T/A te lo pido...–Dijo con voz temblorosa tomando tú rostro con manchas de sangre con ambas manos mientras Lemon alejaba las suyas de ti al ver que ya no podía hacer nada.

Tus ojos estaban abiertos y Tangerine podía ver el interior de tu garganta al ser un corte considerablemente profundo.

–T/N por favor no me hagas esto...–Su voz se quebró y te tomó en sus brazos sin importarle que su traje se embarrara por completo de sangre, mientras las lágrimas nublaban su vista y comenzaban a correr por sus mejillas.

–No pude llegar a tiempo...–Susurró Lemon viendo hacia sus manos manchadas y temblorosas.

–Se suponía que iba a ser nuestro aniversario... debíamos ir a Grecia, T/N... ¡¿POR QUÉ?!–Gritó comenzando a llorar desconsolado, abrazándose a tu cuerpo sin vida.

Su respiración se estaba agitando cuando escuchó un quejido de detrás de Lemon entre los cuerpos.

Ambos levantaron la vista con la ira y venganza evidentes en sus ojos, y quedaron viendo al hombre que se arrastraba hacia la salida con una herida de bala en el hombro y la otra en la pierna.

Su mano derecha estaba cubierta de sangre y cerca de él, había un cuchillo manchado de igual manera.

Tangerine dejó tu cuerpo con delicadeza en el suelo, cerrando tus ojos para luego levantarse junto a Lemon para acercarse al hombre.

El tipo al verlos comenzó a tratar de alejarse más rápido, pero Lemon lo tomó del pie y lo acercó, posando su zapato encima de la herida para pisarle y hacer presión en ella.

–Hijo de tu puta madre.–Dijo Tangerine con los dientes apretados, recogiendo el cuchillo del suelo para acercarse a él, su cabello completamente despeinado y cayendo por su frente, su respiración agitada y embarrado con tu sangre.–Me quitaste a mi esposa puto.

–Jamás había cortado la garganta de nadie. Supongo que hay una primera vez para todo.–Rió ligeramente, quejándose al momento en que Lemon hizo aún más presión en su herida.–¿Ahora me vas a matar? Adelante, hazlo. No me da miedo morir.

–Oh no, querido Diesel. Mi hermano no te va a matar, pero vas a desear que lo haya hecho.–Le dijo Lemon seriamente, mientras Tangerine se acercaba a él con la cuchilla en mano.

Pronto los gritos de desesperación y dolor comenzaron a oírse por toda la fábrica, mientras tú cuerpo sin vida seguía a unos cuantos metros de ellos dos, a la vez que se hacían cargo de aquel hombre.