Prólogo: Tangerine llega estresado de un trabajo.
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Advertencia: menciones de negación de orgasmo y juego con hielo, nipple play (o juego de pezón en español, que básicamente es estimular los pezones, ya sea con la boca o dedos), marcas, mordidas, uso de esposas para las manos, lectora dominante suave, Tangerine sumiso y ruidoso, sobrenombres, sexo oral (hombre recibiendo), masturbación.Tangerine había estado mucho tiempo lejos por un trabajo muy importante para él y su hermano, el cual les garantizaba muchísimo dinero. Por lo que no pudo rechazarlo.
Sin embargo cuando llegó nuevamente a su departamento contigo, aún seguía irritado y estresado por todo lo que habían tenido que pasar.
Y tú como la buena novia que eras, tenías la solución perfecta para ayudarlo.
Habías esposado sus manos detrás en su espalda, mientras Tangerine estaba desnudo sentado en el sillón se su pequeña sala de estar, contigo arrodillada entre sus piernas y su miembro en tu boca.
Ya le habías negado tres orgasmos, habías usado hielos en su cuerpo, habías estimulado sus pezones, tenía sudor recorriendo su cuerpo y marcas y mordidas por todas partes. Su cabello desordenado y algo mojado por el sudor, a la vez que trataba de ocultar sus gemidos ya que se avergonzaba de ser tan ruidoso.
–No te quedes callado, mi amor... déjame escucharte. A ti te gusta oír lo bien que me haces sentir, yo también quiero lo mismo.–Le dijiste con voz suave, masajeando su miembro con tu mano muy lentamente y tu barbilla apoyada sobre tu brazo en su pierna mientras le veías con una sonrisa.
Tangerine solo negó con la cabeza y los ojos cerrados apretándolos con fuerza, mordiendo su labio inferior al sentir que dejabas besos en su punta.
Pasaste tu lengua por su miembro y todo su cuerpo hasta llegar a su boca, besándole con pasión e introduciendo tu lengua en ella, sentándote en su regazo y sin soltar su erecto miembro.
Tangerine soltó un pequeño y casi inaudible gemido, besándote de vuelta.
–Sí me dejas escucharte... entonces te dejaré correrte. ¿Es eso lo que quieres?–Le preguntaste con suavidad en su oído, dejando besos en su mandíbula.
Tangerine soltó el aire que estaba conteniendo al sentir tu mano masajear su miembro, y tu otra mano jugar con su pezón.
–¡Mierda! ¡Puta madre! ¡Okey! ¡Mierda, princesa, por favor!–Gimió desesperado y ya dándose por vencido, a pesar de aún sentirse avergonzado.
–Muy bien, mi amor... que bueno chico. Y como buen chico te mereces esa liberación que tanto quieres.–Le dijiste con una sonrisa dejando un beso en su mejilla, antes de volver a arrodillarte frente suyo.
Dejaste un par de besos en su punta antes de volver a tomarlo por completo en tu boca, provocando que Tangerine soltara un fuerte gemido que te sorprendió, haciéndote gemir a su alrededor y enviando las vibraciones por todo su cuerpo.
Comenzaste a mover tu cabeza a lo largo de su longitud, succionando con tus mejillas y llevando tus manos para masajear sus testículos.
–¡MIERDA! ¡Puta madre princesa sigue así! ¡Sigue así ya estoy cerca! ¡Puta madre!–Gimió desesperado embistiendo como podía tu boca.
Empezaste a sentir cómo se retorcía en tu boca, y pronto se corrió soltando un fuerte gemido de satisfacción vaciándose en tu garganta mientras dejabas que su semen pasara por tu boca tragándolo de inmediato, y un poco de su gran descarga deslizándose por tu boca hacia tu cuello.
Cuando finalmente su orgasmo pasó, lo sacaste y lamiste desde su miembro nuevamente hasta su boca y dejarle saborearse a si mismo, sentándote en su regazo.
Tangerine se apartó y limpió sus propios fluidos de tu cuello hasta volver a besarte, mientras enredabas tus manos en su cabello.
Cuando se quedaron sin aire, Tangerine apoyó su frente en tu hombro escondiendo su rostro, y tú tomaste la llave de las esposas de la mesita junto al sillón para desabrocharlas, e inmediatamente Tangerine se abrazó a ti como si su vida dependiera de ello.
Dejaste la llave a un lado y le abrazaste de vuelta acariciando su cabeza y dejando besos en ella.
–De verdad te extrañé muchísimo... gracias princesa.–Te susurró ya con la respiración más regulada.
–No tienes por qué agradecerme, Tan.–Reíste ligeramente, alejándote para verle con una sonrisa.
–¿Qué te parece si te demuestro cuanto te extrañé?–Te preguntó con una sonrisa coqueta.
–¿Es enserio? ¿Qué acaso no estás cansado?–Reíste acariciando su cuello y mandíbula.
–Oh por favor, princesa. Podría seguir haciendo esto contigo todo el día. De solo pensar a ti se me calienta la verga.–Te dijo con una sonrisa y mordiendo su labio inferior, tomando tú caderas para hacerte sentir su miembro erecto otra vez.
Al sentirlo soltaste una risita nerviosa mientras te sonrojabas, afirmándote de sus hombros.
–¿Qué? ¿Acaso no lo viste venir, princesa?–Te preguntó con una sonrisa coqueta sabiendo que ya te tenía justo donde quería.–No perdamos más tiempo. Oh, y vamos a necesitar las esposas.–Dijo tomándote en sus brazos y enrollando tus piernas en su cintura, tomando las esposas y caminando hacia su habitación.
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Tangerine Oneshots (Bullet Train)
Fanfiction🍊Oneshots 🍊Imaginas 🍊Tangerine es el tipo de... 🍊Reacciones 🍊Headcanons 🍊Escenarios con nuestro querido Tangerine (o Mandarina en español) de la película Bullet Train (Tren Bala). 🍊* en el título significa smut. 🍊Una gran cantidad de groserí...