Tangerine Oneshots (Bullet Train)

Polos opuestos

Prólogo: Tangerine y tu son totalmente distintos, pero aún así están juntos.

Word count: 1129

DianaFDiaz
Advertencia: Pequeña escena de acoso.

Lemon no entendía cómo es que alguien como tú podría estar con alguien como su hermano.

Tú eras muy alegre, cuidadosa, suave, muy atenta, extrovertida, y prácticamente eras todo flores. Mientras que Tangerine era serio, malhumorado, bruto, detestaba a la gente y prefería estar solo.

Realmente eran polos muy opuestos, y esto a veces le hacía dudar de si estar juntos era realmente una buena idea. Su línea de trabajo era peligrosa, y jamás podría perdonarse si alguna vez te llegaba a pasar algo

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Tangerine, Lemon y tu habían ido a un bar después de que volvieran de un trabajo exitoso.

Estaban los tres sentados en una mesa, o al menos Tangerine y tu mientras Lemon había ido a por más bebidas.

–Ya vengo princesa, voy al baño y vuelvo. No me extrañes.–Te dijo con una sonrisa guiñándote el ojo y dejando un beso en tu mano.

–Bien...–Reíste a la vez que se acercaba y besaba tus labios y luego se iba.

No pasaron ni tres segundos de que Tangerine se había ido, cuando un tipo se te acercó y se sentó a tu lado, pasando su brazo por tus hombros.

–Hola cosita sexy.–Te saludó con una sonrisa "coqueta", dejando ver su dentadura y lanzando en tu cara el horrible aroma a alcohol en él.

–Agradecería si se fuera de aquí, señor. Ya vengo con alguien más.–Le dijiste tratando de sonar amable, tomando con tus dedos la punta de su manga y así quitar su brazo de alrededor tuyo.

–Oh vamos, chiquita. Estoy seguro de que te puedo hacer pasar un buen rato, salgamos de aquí los dos.–Insistió acercando su rostro al tuyo y puso su mano sobre tu pierna.

–Ya dije que no.–Repetiste por segunda vez tratando de alejar su mano de ti, pero comenzó a apretar tu pierna.

–No es una pregunta, perra.–Te dijo ya de forma más seria abrazándote con su brazo y tratando de subirte encima de él.

Antes de que pudiera seguir con su acoso, un par de manos lo tomó de los hombros y lo sacó de ti tirándolo al suelo y dándole una patada en el abdomen.

–¡¿Quién putas te crees que eres, pervertido de mierda?!–Le gritó Tangerine viendo hacia el suelo.

Lemon escuchó del otro lado del bar donde estaba hablando con una persona el escándalo y rápidamente corrió a ver a su hermano, mientras tú salías de donde estabas sentada en la mesa.

–¡¿Y a éste qué le pasó?!–Preguntó viendo a su hermano tomar al tipo de la camisa para elevarlo y pegarlo contra la pared.

–Se estaba sobrepasando conmigo.–Le respondiste con calma viendo a Tangerine.

–¡¿Qué?! ¡¿Y estás bien?! ¡¿Te hizo algo?!–Preguntó nuevamente asustado viéndote de arriba abajo y dejando sus manos en tus brazos.

–Tranquilo, estoy bien.–Le aseguraste con una sonrisa.

–¡¿Quieres que te dé putos topes contra la puta pared?! ¡¿Cómo te atreves a hacer una puta mamada así y tocarla cuando te dijo que no?!–Exclamó tomando su cabeza y azotándola contra la pared mientras la gente veía la escena.

–¡Perdón amigo! ¡No fue mi intención! ¡Ella estaba rogándome por—. Ni si quiera alcanzó a terminar cuando Tangerine lo lanzó al piso haciéndole arrastrarse por el suelo hasta un poco lejos de él.

Empezó a caminar hacia el tipo que trataba de alejarse, pero te pusiste frente a él dejando tus manos en sus hombros.

–Mi amor, hey, mírame.–Le dijiste con suavidad mientras Lemon juntaba tu bolsa y sus chaquetas de la mesa.–Trata de respirar, tranquilo. Ya le diste su merecido.

–El puto imbécil te dijo perra y te estaba tocando, así que no, aún no termino.–Te dijo sin apartar la mirada del tipo y con las manos echas puños.

–Ya lo golpeaste, Tan. Es suficiente.–Le dijiste mientras él caminaba contigo frente suyo empujándote pero sin hacerte daño, y tu sin poder detenerlo.

–Ya valió madres...–Murmuró Lemon viendo al tipo en sus últimos momentos de vida.

Tangerine estaba cegado, por lo que lo único en su mente en esos momentos era asesinar al tipo con sus propias manos.

Soltaste un suspiro y te hiciste a un lado dejándole avanzar hasta volver a tomar al tipo de la camisa.

–¡AARON!–Exclamaste al momento que Tangerine levantó el puño para darle un golpe.

Al oír su nombre, tanto él como Lemon se quedaron helados, y los dos se voltearon lentamente hacia ti para verte con los ojos bien abiertos de la impresión.

–Ya basta, es suficiente. Nos vamos.–Le dijiste de una forma seria que jamás había visto en ti.

Pasaste por su lado y saliste del bar, mientras Lemon te seguía cargando sus cosas y Tangerine se puso de pie y dejó ir al tipo haciéndole caer al suelo con un fuerte golpe.

–Tuviste suerte, la próxima te corto las putas manos y te las meto por el puto ano hasta que te salgan por la puta boca.–Le dijo molesto arreglando las mangas de su camisa antes de salir.

Cuando llegó afuera, Lemon te estaba ayudando a ponerte tu chaqueta y aún tenía tu bolsa en su hombro.

–Princesa yo—. Se iba a disculpar acercándose a ti para tomar tus manos, pero le interrumpiste.

–¿Estás bien?–Le preguntaste con tu misma expresión suave de siempre  aunque con un toque de preocupación.

–Y-yo... si, s-si estoy bien. ¿Tú cómo estás? ¿Te hizo algo?–Te preguntó dejando una mano en tú mejilla y la otra en tu brazo examinando por encima tu cuerpo.

–Estoy bien, tu tranquilo. Gracias por defenderme.–Le dijiste con una sonrisa acercándote para abarazarlo.

Tangerine tenía una expresión confundido, y cuando se volteó hacia Lemon él tenía la misma expresión en su rostro.

Ninguno de los dos te había visto hablar tan seria como lo hiciste dentro del bar, sin embargo ahora habías vuelto a ser la misma dulce y amigable mujer de siempre.

–¿Y si mejor nos vamos y bebemos algo en el departamento mientras vemos películas?–Dijo Lemon entregándole la chaqueta de su traje a Tangerine.

–¡Uy si! ¿Podemos ver las películas antiguas de Barbie?–Le preguntaste alejándote un poco para verles a la cara con un brillo en tus ojos.

–Por supuesto, veamos lo que tu quieras.–Te dijo Tangerine dejando un beso en tu frente.

Besaste sus labios y luego rodeaste coche para subirte en tu lugar, mientras Lemon y Tangerine aún estaban confundidos.

–¿Alguna vez la habías visto así?–Le preguntó Lemon a su hermano.

–No, y prefiero no volver a hacerlo nunca.–Dijo sintiendo un escalofrío recorrerle el cuerpo, y luego se subió en el lugar del conductor.