Tangerine Oneshots (Bullet Train)

Otro lado de ti*

Prólogo: Porno sin trama ;)

Word count: 1019

bordonico
Advertencia: Tangerine sumiso, lectora dominante, restricciones para las manos (esposas), apodos, masturbación, sexo oral (hombre recibiendo), negación de orgasmo, sobreestimulación, dacrifilia ("es una parafilia sexual que consiste en la excitación al ver las lágrimas de otra persona"), súplicas, doble orgasmo, cum eating, burlas, humillación (?), degradación (?), TODO ES CON CONSENTIMIENTO.

–¡PUTA MADRE!–Se quejó Tangerine desesperado, tirando del respaldo de la cama donde sus manos estaban esposadas, completamente desnudo a tu disposición.

–¿Qué? ¿Vas a llorar, niño bonito?–Le preguntaste con un tono de voz y sonrisa burlona, dejando tu mano quieta en su punta.

Estabas sentada frente a él entre sus piernas con tu mano en su miembro erecto, habiéndole negado un orgasmo por tercera vez en la noche.

–Yo no lloro.–Murmuró molesto cerrando los ojos y respirando agitado.

–Lo vas a hacer... tarde o temprano. Vas a llorar y me vas a suplicar porque te deje correrte.–Le dijiste con indiferencia empezando a mover tu mano lentamente por su miembro.–Te dije que no te iba a gustar lo que pasaría si me provocabas al coquetear con otra zorra.

Tangerine mordió su labio inferior para tratar de no gemir, apretando sus manos en puños al estar esposadas y su pecho moviéndose agitado al respirar.

–Vamos mi amor, déjame escucharte. Déjame escuchar los sonidos que haces como la zorra que eres.–Le dijiste con una sonrisa arrogante.–Hazle honor a tu bigote de actor porno y déjame escucharte.

Te acercaste y dejaste un beso en su punta, para luego dejarla en tu boca succionando solo en esa parte.

Finalmente Tangerine soltó un gran gemido que le avergonzó, provocando que se sonrojara profundamente y tu sonrieras arrogante y orgullosa.

–Muy bien, mi amor... que obediente eres. Sigue haciendo esos sonidos y tal vez te deje correrte pronto.–Le dijiste antes de acercarte y meter todo su miembro en tu boca.

Tangerine volvió a gemir alto y se retorció debajo de ti sintiendo la calidez de tu boca alrededor suyo, mientras succionabas con tus mejillas y tus manos acariciaban sus testículos.

Al estar tan sobreestimulado, pudiste sentir como su orgasmo volvía a aproximarse por la forma en que su miembro se retorcía y los gemidos desesperados que emitía.

Cuando sentiste que estaba a punto ya de dejarse ir, lo sacaste de tu boca dejándole frustrado soltando un quejido.

–¡Princesa ya! ¡Por favor te lo pido! Por favor ya deja de... d-de hacer eso. Por favor déjame correrme, por favor.–Te suplicó desesperado dejando su orgullo de lado, con lágrimas acumuladas en sus ojos y sudor recorriendo su cuerpo.

Una sonrisa se formó en tu rostro y escalaste por su cuerpo para quedar encima de él con sus rostros a centímetros del otro, y tú mano en su miembro.

–¿Aprendiste tu lección? ¿Aprendiste que no puedes coquetear con otras personas?–Le preguntaste de forma seria y a la vez burlona.

–Sí princesa, perdóname. Te prometo que nunca más... q-que no lo voy a volver a hacer, pero por favor ya... y-ya déjame correrme... p-por favor...–Te suplicó con las lágrimas corriendo fuera de sus ojos.

–Te dije que ibas a llorar y suplicarme. Aunque me gusta éste lado de ti.–Le dijiste con una sonrisa, dejando un beso en su mejilla para después volver a posicionarte en sus piernas.–Okey, te voy a dejar correrte, solo porque ya conseguí lo que quería.

Sin decir nada más ni darle tiempo de responder, metiste su miembro en tu boca y comenzaste a succionar con rapidez, respirando por la nariz y dejando que tocara el fondo de tu garganta mientras tus manos masajeaban sus testículos.

Tangerine volvió a gemir retorciéndose en su lugar en la cama mientras te movías con rapidez, y nuevamente su orgasmo comenzó a formarse en él.

Su miembro empezó a retorcerse en tu boca, y pronto se corrió mientras su semen pasaba por tu garganta haciéndote gemir.

Se corrió con una gran descarga y un gemido que jamás te habrías imaginado que él haría, y a pesar de que ya se había vaciado por completo, seguiste succionando y masajeando sus testículos.

–P-princesa... princesa ya... ya no puedo...–Dijo agitado y sintiéndose sobreestimulado.

Lo sacaste de tu boca con una sonrisa y pasando tu mano por su miembro que volvía a erectarse, acercando tu rostro al suyo.

–Oh claro que puedes, estoy segura que si. Sé que tienes más para darme, ¿no crees, mi amor? ¿Puedes darme otro más?–Le preguntaste con un tono de voz suave pero con un toque de burla en él.

–Mierda... si, princesa.–Gruñó cerrando los ojos.

–Tan obediente, mi hermoso chico.–Le dijiste con una sonrisa, acercándote para besarlo.

Tangerine gimió en tu boca sintiendo tus movimientos mucho más rápidos, y pronto volvió a correrse en tu mano mientras tu lengua estaba prácticamente en su garganta y la suya en la tuya.

Empapó por completo tu mano y su abdomen con su semen, mientras te besaba desesperado.

Una vez sentiste su miembro suavizarse, alejaste tu mano de él al igual que tú rostro y le quedaste viendo con una sonrisa.

Te alejaste para pasar tu lengua por tu mano, y luego su abdomen para limpiarlo al igual que su miembro.

Tangerine soltó un gemido y luego te acercaste a su rostro para besarlo dejándole saborearse a si mismo en tu boca.

Una vez ambos se quedaron sin aire, te alejaste y te recostaste a su lado apoyando tu mano en tú cabeza y tu cuerpo en su dirección.

–Tal vez debería ponerte celosa más seguido.–Te dijo con una sonrisa cansada.

–Oh no, créeme que no quieres hacer eso, mi amor.–Le dijiste con una sonrisa, dejando un beso en su mejilla.

–¿Por qué no aprovechando que me tienes así vienes y te sientas en mi rostro? Así te puedo mostrar que el único coño que me gusta comer es el tuyo.–Te dijo con una sonrisa coqueta.

Sonreíste mordiendo tu labio inferior, pensando por un segundo en su oferta y finalmente decidiste por quitarte la ropa mientras él te veía atento.