Máscara de oxígeno

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Prólogo: Después de aquel trabajo en Tokio, Tangerine queda en un coma y no saben si podrá despertar.

Sé que he estado muy inactiva en éste libro, pero es que no se me ocurren muchas ideas para escribir así que si tienen algunas, aunque sean pequeñas y quisieran que las escribiera me las pueden decir por aquí o por privado 💖

Word count: 693

Advertencia: Un poco triste, final feliz.

Cuando los tres aceptaron el trabajo en Tokio, había algo que te decía que era una pésima idea, pero Tangerine insistió al igual que Lemon de ir ya que les darían una buena recompensa.

–Te dije que era una mala idea.–Le susurraste pasando un trapo húmedo por la frente.

Tangerine estaba inconsciente en una cama de hospital después de haber recibido el disparo en su cuello.

Lemon y tu lo encontraron, y mientras él se hacía cargo de la Muerte Blanca, tu encontraste una manera de bajar del tren con Tangerine ya que aún tenía signos vitales muy, pero muy débiles, pero tenía. Y querías aferrarte a esa posibilidad.

–¿Aún nada?–Te preguntó Lemon entrando a la habitación con expresión triste.

–No... aún no.–Le respondiste bajando la vista y tomando la mano de Tangerine para acariciarla mientras le observabas con tristeza.

Ya llevaba en coma por casi un año. Durante ese tiempo lo trasladaron de Tokio de vuelta a Londres donde ustedes vivían para estar más cerca de su hogar, aunque la posibilidad de que despertara se veía cada vez más y más imposible.

Lemon soltó un pequeño suspiro y tragó el nudo en su garganta limpiando rápidamente la involuntaria lágrima que se le escapó.

–Hay una señora muy rica que ha estado preguntando si seguimos trabajando.–Te dijo jugando con sus manos.–El dinero es bueno, y nos vendría bien para pagar el hospital.

–¿Tú qué piensas?–Le preguntaste volteándote a verlo al otro lado de la cama.

–Creo que sería buena idea que lo hiciéramos. No se ve tan complicado, podríamos hacerlo fácilmente solo los dos.–Te dijo encogiéndose de hombros.–Es en dos semanas.

–Bien... si... nos vendría bien el dinero.–Le respondiste volviendo a ver hacia Tangerine.

–Okey, voy a hablar con ella entonces.–Te dijo acercándose para dejar un beso en tu cabeza.–Me avisas si hay alguna mejora.

Le ofreciste una sonrisa y Lemon salió de la habitación, mientras que tú volviste tu atención hacia Tangerine.

Tenía una barba más larga y su bigote ya no se distinguía bien a pesar de tus esfuerzos por mantenerlo corto. Estaba pálido y no se le veía para nada bien.

Tragaste el nudo en tu garganta y le diste un suave apretón a su mano antes de ponerte de pie para ir a por tu bolsa e irte.

Sin embargo cuando fuiste a ponerte de pie, su mano te dio un muy débil apretón provocando que fruncieras el ceño y te volvieras a sentar.

–¿T-tangerine?–Preguntaste con los ojos llenos de lágrimas y dejando el paño húmedo caer al suelo.

Tangerine soltó un pequeño quejido frunciendo el ceño y poco a poco abrió los ojos hasta encontrarse con tu mirada, e hizo una pequeña débil sonrisa al tener una máscara de oxígeno puesta.

Soltaste una pequeña carcajada con lágrimas corriendo por tus mejillas y llevaste una mano para cubrir tu boca y la otra se aferró a la suya.

–Estás despierto...–Susurraste sin poder creer lo que estaba sucediendo.

Tangerine trató de sentarse pero se quejó y pusiste ambas manos en sus hombros para dejarlo recostado.

–No, no... quédate así, no te sientes. Tampoco creo que sea buena idea que hables.–Le dijiste con ternura mientras que él tomó tu mano y se quitó la máscara de oxígeno para besarla ofreciéndote una sonrisa cansada.

Una gran sonrisa se formó en tu rostro y te acercaste para besar su mejilla mientras que él te abrazó algo débil, pero de todas formas lo hizo soltando un suspiro de satisfacción.

–Estás bien... todo va a estar bien ahora.–Le susurraste con voz temblorosa y pequeñas lágrimas de felicidad corriendo por tus mejillas mientras que él acariciaba tu cabeza y espalda.

Tangerine Oneshots (Bullet Train)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora