• CAPÍTULO 15 •

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→ ADVERTENCIA +18

Era jueves por la tarde, la lluvia golpeaba con fuerza los cristales de la oficina, sumergiendo el ambiente en una atmósfera melancólica. Alexander, a pesar de estar enfermo, se aferraba a su labor, resistiendo la sugerencia de su amigo Killian de retirarse a casa. La sola idea de encontrarse con su esposo, sin duda, empeoraría su estado de salud.

Inmerso en su trabajo, Alexander notó la ausencia de Dmitry durante el día. Al ver al secretario, Killian no dudó en detenerlo, comprendiendo que él era la clave para obtener respuestas.

—¿Dónde está Alex? —inquirió el rubio, denotando preocupación.

Killian, con una sonrisa intrigante, no pudo evitar divertirse con la situación.

—Jones, ¿todo bien? —insistió Dmitry, desconcertado por la expresión en el rostro de Killian.

—Estoy bien, no te preocupes. Pero Alex no lo está —respondió Killian, sembrando la inquietud en Volkov.

—¿Qué le pasa? —inquirió Dmitry, cayendo en la trampa del suspenso.

—Está enfermo, pero se niega a ir a casa. ¿Por qué no lo convences tú?

—Jamás aceptaría, conoces su devoción al trabajo —se defendió Dmitry, sin ceder.

—Bueno, entonces le diré a Zaiden. Quizá él logre persuadirlo —sugirió Killian, sabiendo que esa opción generaría aún más complicaciones.

—¡No, por favor! —pensó Dmitry, preocupado por la intervención de Zaiden.

—Vuelvo enseguida, asegúrate de que no los interrumpan —advirtió Killian antes de dirigirse a la oficina de Alexander.

—Ok— asintió Killian, sin comprender del todo la situación.

—¿Dónde está Volkov? —preguntó el camarógrafo.

—Lo llamaron de emergencia. Creo que tardará un poco —respondió Killian con una sonrisa maliciosa.

Killian, en su interior, dejó claro su desagrado hacia Zaiden y la complicada situación que se avecinaba.

«Sinceramente odio a Zaiden.»

Por otra parte...

—Me molesta profundamente —Dmitry expresó su irritación al escuchar el nombre de Zaiden. Al ingresar a la oficina sin previo aviso, se topó con Alexander, visiblemente enfermo, con el rostro enrojecido y los ojos apagados. Desde la distancia, parecía que el pelinegro apenas podía sostener un lápiz.

—¿Qué pretendes haciendo esto en tu estado? —inquirió Dmitry, notando la debilidad en la voz de Alexander.

—¿Desde cuándo te di permiso para entrar? —preguntó Alexander con voz apenas audible.

—Eso no importa ahora. Killian me dijo que no estás bien. Estás completamente loco si piensas seguir trabajando así.

—No importa, es solo una fiebre. Pasará.

—¿Solo una fiebre? —Dmitry se acercó, quedando frente a él—. Déjame ver y yo decidiré si es "solo una fiebre". —Juntó sus frentes, sintiendo el calor. Necesitaba descansar, pero Alexander lo tomó con fuerza.

“¿Dónde está el hombre que no podía sostener un simple lápiz?” se preguntó Dmitry con avidez, olvidándose de todo.

Levantó a Alexander y lo colocó sobre la mesa, recordando la puerta entreabierta. Mientras correspondía al beso, observaba alrededor, sin más opción en esa situación.

Lost In The Feelings [BL+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora