Afirmar que Dmitry Volkov no experimentaba nerviosismo ante las posibles eventualidades sería una afirmación falaz. Aunque tenía todos los aspectos meticulosamente organizados, el temor persistía, especialmente en lo que respectaba a las posibles represalias contra Alexander.
Desde que Shin le informó sobre la ayuda que recibirían, se movilizaron rápidamente, con el acompañante que ahora estaba a su lado mientras otro manejaba, proporcionándole una dosis de confianza. Aunque no era un experto, el hombre designado para ayudar sabía manejarse en la situación.
A pocas horas de llegar al sitio, Dmitry repasaba mentalmente el plan, consciente de que cualquier error podría resultar en un desastre.
—¿Estás nervioso? —preguntó su compañero.
—Un poco...
—No te preocupes, tu novio saldrá bien, de eso me encargo...
—Eso espero, no quiero que nada le pase.
Miller lo observó en silencio, percibiendo cierta melancolía tras la fachada ruda del rubio.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca de la imponente residencia, ambos descendieron del automóvil, portando armas y cuchillos por precaución.
Tras obtener información sobre la distribución de la casa, Dmitry y Miller idearon un plan para ingresar sin necesidad de hacerse pasar por empleados. Se dirigieron hacia el pequeño pasaje de escape de Pierce, aunque su obviedad planteó un desafío. Gracias a las habilidades de Miller, lograron pasar inadvertidos, utilizando capuchas para evitar ser reconocidos.
Recorrieron sigilosamente el extenso jardín, neutralizando a los guardias con dardos tranquilizantes y armas silenciadas. Evitaron las cámaras y buscaron lugares sin vigilancia.
Al llegar a la puerta de acceso, enfrentaron códigos y huellas digitales, pero Miller, hábil en su labor, desbloqueó la entrada con rapidez. A pesar de tomar más tiempo del previsto, avanzaron antes de que se descubriera a los guardias caídos y las cámaras revelaran su presencia.
Avanzaron por un pasillo oscuro y frío, que hasta ese momento había permanecido inexplorado. La casa ofrecía más seguridad a Pierce al no haber sido utilizada.
Llegaron a la puerta principal, segura como anticipaban. Con dificultades adicionales, Dmitry logró abrir la entrada, y al escuchar el sonido del sistema de bloqueo, sonrió.
Colocaron sus oídos en la puerta, supervisando la otra parte. Para su infortunio, escucharon pasos lentos y cautelosos, indicando que solo tres personas se aproximaban.
Ambos intercambiaron miradas y asintieron, extrayendo con cautela sus armas. Al abrir la puerta lentamente, Miller se dispuso a golpear a quien estuviera al otro lado, pero...
—¡No lo hagas! — gritó Dmitry, deteniendo bruscamente al otro.
—¿Por qué?
—Él... Él es Alexander Lombardi — mencionó Dmitry, con lágrimas amenazando con brotar. El hombre de ojos marrones observó a Alexander de pies a cabeza sin disimulo, y Dmitry notó claramente su reacción.
—Aún sigo aquí.
Dijo Alexander con recelo.
—Lo sé... — respondió Miller con una sonrisa burlona—. Bien, ya que tenemos al secuestrado, será mejor que salgamos lo antes posible.
—¡Alto! — habló Alexander, haciendo que los otros dos se miraran. Al observarlo, notaron a alguien detrás de él: una niña pequeña seguida de su hermano. Ambos adultos se preguntaron quiénes eran.
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Lost In The Feelings [BL+18]
RomanceFrente a sus ojos se erigía una tentación irresistible, un deseo avivado por la sola intensidad de su mirada, así fue la llegada de Dmitry Mikhailovich Volkov a su vida. Una conexión inesperada, tejida en circunstancias impensadas, donde un encuentr...