Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#

9. Urgencia de libertad

Yoongi ha logrado aprender a caminar de nuevo. Se mantienen con él, asegurándose de que no se caiga y se acabe de matar por pura equivocación. Aparte de eso, su capacidad de comida ha mejorado bastante. No se han atrevido a imputarle ninguna clase de deber. Debe amoldarse de nuevo a estar en pie y luego poder enfocar su mente ene otra cosa.

Después de todo, debe mantenerlo dopado para conseguir que no se altere. Está muy nervioso. Piensa demasiado en lo que pasó, como se sintió y constantemente entra en estados de pánico, creyendo que van a seguirlo despedazando. Él no es fanático de los abrazos en lo absoluto. Nunca lo fue a menos que se tratara de Hoseok o de Jimin.

Sin embargo, ahora mismo mientras más se lo abrace, mejor se siente. Como si de alguna manera, eso le hace sentir que está completo y en efecto, tiene la sensación de que esos abrazos tan cálidos son una soldadura a sus miserables partes sueltas.

Como una especie de muñeco al que un niño arranco los brazos, piernas y hasta parte del rostro.

No se ha visto en un espejo. Tampoco se lo permiten. Todavía no. Es una cuidadosa y calculada retahíla de eventos que deben manejar. Primero la costumbre a caminar, la costumbre a estar entre las personas, a comer y dormir solo; luego podrían avanzar a dejarlo tener un espejo. Hasta entonces, mientras más ciego permanezca al respecto, mejor.

Por otro lado, Namjoon se ha dado cuenta de que deben dar cuenta de un pequeño aspecto aparte: Jungkook. Está más silencioso y recluido de lo habitual. La culpa no lo deja salir de su habitación. No lo han permitido salir de la comunidad, deteniéndole el paso y sin que nadie lo ayude a escaparse.

Namjoon está francamente agotado de tantas cosas que hacer.

—Oh, hola ¿Te sientes bien? —pregunta Namjoon a Seojoon, algo sorprendido de que viniera hasta lo que toma como su oficina. Hongjoong está demasiado ensimismado leyendo los informes que los constructores trajeron hoy. Por desgracia, es su turno de leerlos. La próxima vez, será de Namjoon.

Así se acordó en secreto con Jin para que Namjoon no se agote de más.

—Solo quería venir a agradecer la ayuda—dice Seojoon con una sonrisa suave y amable—. No he tenido cara de habla con ninguno de ustedes por... bueno... lo que sucedió con Yoongi fue culpa mía. —lamenta con amargura y Namjoon niega con la cabeza.

—No lo fue. No es culpa de nadie, de verdad. Tan solo se un evento desafortunado... supongo que la suerte se nos empieza a acabar. —dice Namjoon estirando la comisura del labio en gesto penoso. Seojoon exhala, tomando asiento. Aun no acaba de curarse.

—Sucede un problema.

— ¿Viene un grupo abusivo que te prostituía a ti o a alguien que querías? —Hongjoong gira la cabeza abruptamente con las cejas fruncidas. Seojoon más bien se inclina atrás, pasmado por la repentina y tan específica aseveración de Namjoon—. O tal vez te forzaban a trabajos horrible al mismo tiempo que usan a los Yagtalja como método de entretenimiento, tortura o defensa. —Insiste y Seojoon sacude la cabeza.

— ¿¡No!?

—Oh, entonces puedo estar tranquilo. —Namjoon se recuesta en el asiento y Seojoon entrecierra los ojos.

Ahora tiene muchísimo miedo de qué ha sucedido con Taehyung todo este tiempo. No le extraña que esté tan cambiado. Triste y encogido.

—Es sobre el lugar en el que me encontraron- ¡Toda la situación! Necesito hablarlo con todos ustedes. Lo más pronto posible.

— ¿Por qué?

—Es grave. No... Ni siquiera sé si me creerán, pero creo que hace falta que se hable—La introducción de Seojoon no da confianza, es muy extraña y poco clara. No obstante, no tienen nada qué perder con escucharlo nada más—. Quizá Yoongi no deba escucharlo. No quisiera que se asuste o algo así.