Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#

11. Señal clara

—Bam.

El perro salta dentro de la lonchera donde Jungkook lo lleva en terrenos demasiado peligrosos para él. Usualmente van caminando uno al lado del otro, pero cuando entran en zonas de bombardeo, prefiere tenerlo muy cerca. Así si se cae, él también lo hará. También es mucho más fácil coger una lonchera a coger un perro que quizá salga corriendo.

Le hizo un agujero y colocó una malla, así puede respirar, ver y no inquietarse. Jungkook da una exclamación silenciosa de asombro. Hay un avión estrellado y a juzgar por las manchas de sangre seca en el piso, hace muchísimo que sus tripulantes se fueron.

— ¿Vamos a ver qué hay dentro? Quizá hay comida para ti- ¡Y ropa! —incita Jungkook con cierta emoción al respecto. Bam ladra y mueve la cola, detectando la emoción de Jungkook y siguiéndole la corriente.

Jungkook consigue trepar hasta el agujero enorme en el avión. Como imaginó, no hay nadie en el interior. Solo asientos vacíos, las máscaras de oxígeno colgando, desteñidas por el tiempo, llenas de polvo y telarañas. Apenas hay uno que otro cadáver, pero seco y sin nada que lo distinga a nivel de identidad. Jungkook va directo a la zona de equipaje, abriendo las maletas.

Acabó con un cambio de ropa totalmente nuevo y también con un bolso más cómodo para llevar a Bam. Guarda algunas de las mudas de ropa, considerando que a Taehyung, Jin y Namjoon podrían gustarles; también se queda con algún que otro llavero que le parece bonito y consigue lo que buscaba: comida para perro. Deja un poco dentro de la mochila para que Bam coma.

Sin nada más útil dentro de la zona de carga, va a la parte delantera. En el equipaje de mano tampoco hay nada que tomar. La mayoría son archivos, ropa cómoda para ir a la playa; incluso encontró que el destino de este avión se suponía que era Hawái. Entra a la cabina de los pilotos, ambos muertos y sin oler a nada debido al tiempo que llevan aquí secándose.

—No sé si es buena idea no habernos acercado a un avión en su momento. Si se estrellaba nos moríamos todos... Aunque nos omitíamos todo esto. No sé qué es peor. —refunfuña Jungkook, contrariado con el asunto.

Pensó en abrir el tablero para tomar piezas. Sea lo que sea, Namjoon sabrá darles un buen uso. Su proceso de extracción se ve interrumpido abruptamente por una sola razón:

Hay ruido.

Un sonido estático empieza a sonar.

Quita los auriculares al cadáver del piloto, la cabeza se le desprende sin problema, simple cadáver seco. Jungkook arruga la cara, pero se limita a ponerse los auriculares sin pensárselo. Los presiona en sus orejas.

—Es... no se... nada.

—Hay que in... no sabemos s... o... es... una opción...

Jungkook chasquea la lengua y trata de calibrar el equipo para que capte mejor la señal. Sin tanta estática y que sea realmente posible de usar. O de escuchar. Logra aclarar y que se interrumpa menos, hasta el punto en que no lo hace casi nada.

— ¿Por qué siquiera lo estamos intentando? ¿De qué sirve que contactemos con nadie? Vamos a hacer que vengan por nosotros y-

—Y nos haremos cargo si hace falta Jimin. Deja de alterarte. No son omnipresentes. No van a aparecer atrás de la puerta apenas la abras.

— ¡No tenemos como saberlo! ¡Quien estuvo encerrado allá fui yo y yo sé que no podemos jugar así como sí...!

—Ba-baja el cuchillo, por favor.

— ¡Hay una horda ahí afuera y en vez de jugar con esa porquería deberías estar destripando ese...!

—Jimin, recuerda lo que te dijimos. Respira profundo, te estás alterando demasiado. Vas a acabar llorando o con un ataque de pánico. Respira.